Delitos van en aumento
Los ciberataques que sufren entidades del sistema financiero, no sólo significa la pérdida de recursos, sino que también un grave daño a la imagen y reputación de las organizaciones, así como la pérdida de confianza en la entidad, advirtió, Miguel Ángel Mendoza, especialista en seguridad informática de ESET Latinoamérica, una de las compañías más conocidas en seguridad informática de la región.
“Es difícil cuantificar los costos de un ciberataque para alguna institución financiera, ya que el impacto no solo es económico, sino que intervienen otros elementos que dificultan la ponderación, tales como el daño a la imagen y reputación de las organizaciones, la pérdida de la confianza en la institución e incluso la pérdida de potenciales clientes. Por lo tanto, el costo de un ciberataque para una institución podría representar una cifra más de lo que se hurtó, agregó.
La compañía analiza de qué manera el sistema financiero puede estar preparado para evitar este tipo de ataques y la importancia de atender el tema desde distintas perspectivas, con procesos, personal y tecnología.
Señala que hacia finales de abril pasado salió a la luz que el sistema financiero de México había sido víctima de un ciberataque en el cual cibercriminales robaron una cifra cercana a los 300 millones de pesos.
CÓDIGO MALICIOSO
En relación a tal caso, ESET analizó algunas interrogantes que dejó el incidente y otras cuestiones que sirven para entender cuáles son algunos de los desafíos en el corto y largo plazo para hacerle frente al tema de la ciberseguridad.
“Sin duda, los ataques a la banca van en aumento, aunque bajo diferentes modalidades. Los primeros ataques registrados se enfocaban en técnicas de Denegación de Servicio (DoS) con el objetivo de dejar fuera de operaciones a las instituciones, aunque luego se enfocaron en el uso de códigos maliciosos”, mencionó.
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