Brasil no entiende de sorpresas y, con un gol de Paulinho y otro de Thiago Silva, derrotó a Serbia para solventar como líder del grupo “E”, su pase a los octavos de final, donde le aguarda México, en Samara, el próximo lunes.
Puede que Neymar no haya encontrado aún la chispa que necesita para ser determinante y que Tite tenga problemas con las lesiones de sus laterales –ayer se añadió Marcelo- pero por el momento es el conjunto más sólido.
La otra cara de la moneda ayer fue la destronada campeona Alemania, que no revalidará en Rusia el título conseguido hace cuatro años en Brasil. La “Mannschaft” cayó contra todo pronóstico a manos de Corea del Sur (2-0) y se despidió de la Copa del Mundo a primeras de cambio, después de tres partidos mediocres y con una falta de fútbol evidente.