Villarroel y el mar

En política internacional, particularmente con Chile, el gobierno nacional que presidía el mayor Gualberto Villarroel intentó promover el acercamiento bilateral, con la esperanza de obtener una solución amistosa al tema marítimo.

Posiblemente asumió esa actitud inspirado en los supremos objetivos de la convivencia pacífica que ha generado y generará amistad, fraternidad y respeto mutuo, en todos los tiempos y pueblos.

“Bolivia espera resolver su problema de obtener un puerto de mar mediante un acuerdo amistoso con Chile, pero todavía no se han iniciado las negociaciones”, afirmó el dignatario de Estado en Asunción, donde estuvo de visita, como huésped del Gobierno paraguayo, en el marco de la invitación del presidente Higinio Morínigo (1).

Dijo, asimismo, que confiaba en hallar una actitud comprensiva de parte de Chile. Y que tenía absoluta confianza en que el buen entendimiento chileno – boliviano evitará el surgimiento de dificultades (2).

El gobernante boliviano estuvo persuadido, por lo visto, de que el entendimiento bilateral podía generar, fundamentalmente, resultados positivos a favor de la reivindicación marítima boliviana y no así el “enguerrillamiento”, inútil, desastroso y devastador. Por ello tenía confianza en que ese entendimiento iba a contribuir a la solución del conflicto que enemista a Bolivia y Chile.

La perspectiva histórica fue buscar una solución oportuna y adecuada, en consulta con los intereses de ambos países, a esa cuestión que se originó en 1879.

Ha invocado, igualmente, la solidaridad continental, con objeto de ofrecer solución a los problemas del país, incluido, obviamente, la disputa con Chile. Pensó que la fuerza y decisión multilateral podía cambiar el curso de la historia por el bien común. En ese empeño buscó el acercamiento con pueblos y gobiernos de la región. Buscó el acercamiento y respaldo internacional pensando tan sólo en un destino mejor y en una Bolivia con Mar.

“Al invocar el noble sentimiento de solidaridad americana, quiero expresar no solamente una actitud de diplomacia convencional, sino que el deseo de precisar ante el pueblo boliviano y a las naciones del continente, los propósitos de un gobierno que sólo aspira a la solución de sus problemas nacionales dentro del imperativo histórico de la solidaridad continental”, señala en un mensaje presidencial difundido con motivo del día de las Américas (3).

He ahí los rasgos patrióticos del malogrado presidente Villarroel.

En suma: sólo un acercamiento amistoso con Chile, como quiso Villarroel, nos permitirá recuperar lo nuestro.

(1) “El Presidente Villarroel manifestó que Bolivia espera obtener un puerto mediante arreglo amistoso con Chile”. El Comercio, Lima Perú, septiembre 12 de 1945.

(2) Ídem.

(3) “El Presidente Villarroel expresa que Bolivia aspira a la solución de sus problemas nacionales dentro del imperativo histórico de la solidaridad continental”. El Mercurio, Santiago de Chile, abril 16 de 1944.