El entusiasmo que despierta la fiesta del mundial de fútbol también se vive en la residencia uruguaya. Es así que la embajadora Marión Blanco siguió en medio de un ´manojo´ de nervios, el encuentro entre la “garra charrúa” con Arabia Saudita, y días después, con Rusia.
Ambos eventos del balompié congregaron a la comunidad uruguaya y seguidores de los equipos adversos, entre ellos representantes del cuerpo diplomático, quienes se contagiaron de la contagiosa alegría de la anfitriona, quien además preparó una variedad de platillos típicos de su país.