Reingeniería en Argentina

A rgentina se ha constituido en el semillero de las Ligas de una gran mayoría del Mundo. ¿Dónde no hay futbolistas rioplatenses jugando en los equipos de los clubes de mayor renombre o en certámenes de países donde dejan sus enseñanzas, inclusive adquiriendo la nacionalidad para vestir las camisetas de otros países? De ahí que el fútbol gaucho se ha convertido en una religión para la población como afirma su periodismo. Sin embargo ahora al pisar tierra firme y superar el mal momento que les está tocando vivir luego de la eliminación del Mundial de Rusia, lo primero que deben hacer, es olvidarse de la existencia de Maradona, porque ya fue. Un país futbolero no puede seguir viviendo de recuerdos, más aún que en la actualidad ese ídolo está dañando la imagen de todo un país que lo sigue idolatrando, con sus actitudes desorbitadas e inmorales producto del consumo de la droga y que se constituye en una vergüenza frente a otros grandes ídolos que pasan desapercibidos pese haber tenido una trayectoria con mayores logros que éste actual nefasto personaje, así se enojen sus seguidores, ya que por las redes sociales se advierte que una gran mayoría de los argentinos se encuentran indignados por el proceder de ese su conciudadano y lo desconocen como tal.

Prosiguiendo con el estudio, vemos que la dirigencia pese a contar con una infraestructura envidiable frente a otros países en lo que se refiere a Clubes profesionales con nueve divisiones, cuatro categorías de ascenso, campeonatos provinciales con innumerables equipos, no tenga la capacidad de tener una selección de su fútbol doméstico que es uno de los más competitivos del hemisferio y olvidarse de los que se encuentran jugando en el exterior del país, ya que no se ve un juego de conjunto. Entonces manos a la obra, a construir para el suramericano y eliminatorias Qatar 2022 la selección de la casa, ya que el ejemplo más palpable, lo están dando los seleccionados europeos, los que están integrados en una gran mayoría con jugadores que juegan en sus torneos domésticos, reforzados por aquellos que brillan en el exterior, gracias al trabajo de divisiones inferiores que anualmente sustituyen a sus estrellas en las Euro copas y Mundiales, de ahí que los promedios de edad, están alrededor de los 23 a 25 años de edad en la mayoría de las selecciones, si no es menor, mientras que en Rusia el promedio de edad del equipo argentino, fue de 30 años.

Otro mal del fútbol argentino, es el fanatismo de sus periodistas que no asumen su rol de orientadores, cambiando por duras críticas interesadas en favor de uno u otro jugador, entrenador o club, constituyéndose sus debates en una riña de gallos que en lugar de buscar soluciones siembran aún mayor caos, constituyéndose en directores técnicos sin haber cursado esos estudios. Una verdadera lástima.

Otro gran obstáculo a solucionar, es el tema de la educación de los hinchas. En la actualidad la familia ya no es digna de asistir a los partidos por el estado belicoso y beligerante de las barras bravas que causan muerte y dolor, llegando a lo inaudito de no permitir el ingreso de los parciales del equipo visitante a las graderías, cometiéndose infracción al FAIR PLAY con esta prohibición. No olvidemos que en el Mundial de Rusia, los fanáticos argentinos agredieron a los islandeses después del partido y uno fue expulsado del país y los otros quedaron al margen de ingresar a los demás encuentros, a eso hemos llegado lastimosamente. Recordemos que esa conducta tenían los hooligans en Inglaterra que fueron encarcelados y prohibidos de ingresar a los campos deportivos y gracias a la actitud de las autoridades sus estadios fueron los primeros en sacar las mallas olímpicas de protección entre público y jugadores.

Después de la eliminación de Argentina, es ahora o nunca un giro de 360 grados. O superan con la restructuración total de su fútbol ahora o seguirá a caída libre. Lo bueno es, que los argentinos tienen todo para superar este mal momento, solo falta decisión y actitud.

Dr. Edgar Linares Mariscal,

fundador y ex asesor legal de Fabol