El número de desplazados que huyeron de la provincia meridional de Deraa, objetivo de una ofensiva gubernamental contra las facciones insurgentes, ha aumentado a 300.000 en las últimas 48 horas, mientras continúan las negociaciones para alcanzar un acuerdo.
Según la ONG Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, las localidades de la provincia sureña, blanco del acoso del ejército desde el pasado 19 de junio, han quedado prácticamente desiertas.
Por su parte, la Agencia de la ONU para los refugiados, Acnur, ha calculado que la cifra de desplazados supera los 270.000.