El cáncer es enfermedad letal para cualquier persona; pero en el caso de mujeres que irremisiblemente están condenadas a morir por lo avanzado de su mal, no solamente viven la angustia de padecer la enfermedad y no encontrar alivio por falta de medios económicos o por carencia de atención debida -por no contar con tecnología moderna en hospitales para frenar la enfermedad o siquiera paliar sus efectos-, sufren por lo que pueda ocurrir con los hijos que dejan.
El caso de mujeres que son madres solteras o abandonadas o viudas que no cuentan con familiares, realmente es dramático. porque viven con la angustia de no saber cuál podrá ser el futuro de sus hijos, ya que, al morir, dejarán desamparados. En cuanto a enfermas que han sido desahuciadas por los médicos o que requieren serios tratamientos que solamente en forma particular podrían recibir, éstos están fuera de su alcance porque “apenas cuentan con lo más necesario para sobrevivir conjuntamente sus hijos”; esta es la realidad que se vive en muchos sitios del país.
Muchas veces, ante la dilapidación de dinero que hacen las autoridades, se ha sostenido que “el gobierno adquirirá la tecnología más moderna para tratar el cáncer en todo el país”; pero todo ha quedado en simples anuncios o promesas lanzadas con fines electoralistas. Los hospitales públicos del país adolecen de lo más necesario para tratamientos de la enfermedad y, para empezar, dotarlos de sistemas para tratamientos con base en radioterapia y otros que, particularmente, resultan imposibles por los altos costos. “Cada año se diagnostica 7.276 mujeres con algún tipo de cáncer; de ese total el 24% padece cáncer de cuello uterino, el 17% de mama y en menor número se presentan casos de cáncer en vesícula, ovarios, pulmón y linfomas”, señala un estudio. “El cáncer de cuello uterino sigue siendo el que más vidas arrebata a las mujeres, que según la OMS (Organización Mundial de la Salud), “cada día entre cuatro a cinco mujeres bolivianas mueren por esa patología y muchas de ellas dejan a sus hijos en la orfandad” (ED 4-6-18).
Las realidades son dramáticas para mujeres que no cuentan con “esperanzas para el futuro de sus hijos” porque no tienen familiares que puedan hacerse cargo de ellos, tanto por dificultades en sus hogares, como por tener que atender a los hijos propios con medios que no siempre les alcanzan para vivir. Esta realidad les hace creer que el gobierno “podría construir hogares que los reciban o instituciones que busquen hogares con posibilidades que puedan hacerse cargo de esos niños, adolescentes y jóvenes que aún precisan atención, amor, salud y educación; solo la solidaridad de nobles corazones podría paliar en alguna forma la angustia de mujeres que, condenadas por el cáncer, viven angustias por la vida y seguridad de sus hijos”. El gobierno, si quisiera, podría estudiar remedios para estos casos, pero parece que la preferencia por gastos inútiles impide cualquier inversión humanitaria.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |