Propuesta necesita un debate real

El anteproyecto de Ley de Organizaciones Políticas (LOP) que presentó el Tribunal Supremo Electoral (TSE) al Legislativo es sujeto de varias lecturas coyunturales, que toman ciertos artículos pero dejan de lado un análisis sustantivo y un debate en su justa dimensión, afirmó Carlos Hugo Molina, consultor y uno de los artífices de dicha propuesta.

“Se tiene que encontrar un espacio de debate, en temas que son sustantivos, que vayan más allá de la coyuntura (21F) que tiene que resolverse, pero mirando un mediano y largo plazo, este es el reto, para todos ¿Será posible? ¿Podremos? y ustedes (periodistas) son los que pueden responder a esta posibilidad, marcar el proyecto de ley en la justa dimensión”, dijo Molina.

La intención manifiesta del presidente Evo Morales de postularse por tercera vez consecutiva a las elecciones generales de 2019, genera toda la atención y preocupación y deja de lado el debate de la propuesta en toda su amplitud de la propuesta.

“La propuesta no ha sido leída en su totalidad y menos en el aspecto tangible, sustantivo porque hay la preocupación de la reelección del presidente Evo Morales, y es una preocupación legítima, de todos con ese hecho a favor y en contra y que es un tema que divide al país, desde el punto de vista político”, señaló.

Molina afirmó que es un anteproyecto que nace en un contexto de mucha susceptibilidad y sospechas, pero que no se debería perder de vista la importancia y valía que tiene esta propuesta.

“Este proyecto nace en el marco de una susceptibilidad y una duda, (…) porque se están presentando otros temas de discusión pero (…) si se aprobasen en otros términos, la discusión, podemos afirmar, desde el punto de vista técnico, que es un modelo para América Latina, porque recoge lo que se avanzó en otros países y puede ser útil a Bolivia”, indicó.

INTERESADOS EN UNA LEY

“Los interesados en la aprobación de la ley son las organizaciones políticas representadas en partidos políticos, agrupaciones ciudadanas y organizaciones de los pueblos naciones indígenas originarios campesinos, pero aún no se han pronunciado”, asentó.

“La primera pregunta para compartir con las dirigencias de los partidos es saber si tiene interés, para que se apruebe un proyecto de ley que defina normas, prelaciones, formas y contenidos que favorezcan la democracia”.

Por otro lado, apuntó a los dos tercios del MAS, esbozando la interrogante sobre si le conviene una nueva ley a esta organización política, porque se debe fiscalizar y transparentar a estas.

“El MAS quiere una nueva ley ¿Le conviene? La pregunta es pertinente porque es quien tiene la mayoría, dos tercios, y esta propuesta de normativa propone formas de fiscalización y transparencias, que podría no interesarle a ninguno de los partidos, pero fundamentalmente al MAS y estoy pensando negativamente por ponerlo al escenario”, explicó.