• El Director General de la DGAC afirmó que la nave cumplió con la normativa y protocolo para el arribo y salida de los aviones privados a territorio nacional • Diputado denuncia que Gobierno quiere apropiarse de aeronave
A iniciativa de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) se procedió con la a incautación del Jet de lujo, Gulfstream GIII con matrícula N557JK, según la nota enviada, el 26 de febrero de este año, a la presidente de la Aduna Nacional Boliviana (ANB), Marlene Ardaya, donde ponen en alerta sobre la permanencia de esa aeronave en el aeropuerto de El Trompillo, en Santa Cruz.
El director ejecutivo de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), Celier Aparicio, negó dar más explicaciones acerca del tipo de responsabilidad que tienen otras instancias. En una escueta conferencia de prensa donde no aceptó consultas puntuales de la prensa, Aparicio arguyó que la DGAC había cumplido con lo que exige la normativa sobre el arribo y salida de los aviones privados a territorio nacional.
DILIGENTES
“El 26 de febrero de este año, a través de la dirección de Transporte Aéreo, se le envía una nota, 235/2018, a la presidente ejecutiva de la ANB, señalando que la permanencia de una aeronave que se encuentra en el aeropuerto del Trompillo y que la DGAC desconocía si cumplía con los requisitos exigidos por la ANB”, agrega en sus afirmaciones que “el administrador de la Aduana de Viru Viru, requiere información de la aeronave y nosotros se la enviamos, finalmente nos comunican que la nave ha sido comisada con el acta Nº 931. Procedió con la emisión de la resolución administrativa de adjudicación de mercancía comisadas a favor del Ministerio de la Presidencia”, aseguró Aparicio, con relación a cómo se inició el trámite de adjudicación en favor del Gobierno.
El responsable de la DGAC salió a dar esas declaraciones luego de que el diputado Tomas Monasterios acusó al Gobierno de ocultar información, de forma deliberada, para apropiarse de dicha aeronave, negando conocer toda la información del avión.
Al respecto este medio de comunicación efectuó reiteradas consultas complementarias a la DGAC, las mismas no fueron atendidas, a diferencia criticó el desconocimiento de los términos técnicos de los periodistas.
NO HABÍA INFORMACIÓN
Hasta ayer, la escasa información oficial acerca de la procedencia de la aeronave, emitida por la ANB, señalaba que fue incautada bajo el rótulo de “contrabando”, para luego adjudicarla al Ministerio de la Presidencia y este despacho resolvió transferirlo a la DGAC, por carecer de recursos para su mantenimiento.
El informe de la ANB omitió detallar que fue la diligente denuncia de la DGAC la que alertó de la irregular presencia del Jet en Bolivia. Según datos adjuntos en la “Solicitud de Ingreso/Salida”, documento dirigido a la DGAC, en fecha 7 de abril de 2017, se solicita la “autorización para realizar el ingreso a territorio boliviano”.
MÉXICO
Aparicio confirmó que la aeronave provino del aeropuerto de Cozumel, México y debería permanecer en el país del 7 al 9 de abril del 2017, según su solicitud, para retornar al mismo aeropuerto entre el 14 y 18 del mismo mes. La solicitud fue aceptada pero la nave no logró despegar por supuestos desperfectos.
“Vuelven a solicitar el 19 de abril, y se le otorga la autorización de salida (…) para que puedan salir entre el 24 y 26 de abril, hasta ahí la nave no sale. Se recibe (un pedido) el primero de agosto de 2017, del señor (Jhon) Alarcón, como responsable, una prórroga de estadía de esta aeronave en territorio boliviano, debido a razones de mantenimiento. La DGAC responde, a través de Seguridad Operacional 1220/2017, indicando que esa nota debe ser presentada por el propietario de la aeronave o algún representante que tenga poder legal, para que ellos puedan gestionar en la Aduana una admisión temporal”, detalló Aparicio.
DATOS
La persona que figura en la “solicitud” como contacto, es Alejandro Ruik, de quien se incluyen su número de celular y correo electrónico.
El registro incluye el nombre de los tripulantes, que serían Ramón Castillo y José Luis Cervantes.
El ingreso de la nave fue registrado en el aeropuerto de Viru Viru y luego fue trasladada a El Trompillo donde permaneció por más de un año.
Según información extraoficial, la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana) está a la espera de la resolución de este problema para hacer conocer una deuda que los propietarios del avión tendrían con esa instancia por el almacenaje de la misma por más de un año.
Los datos señalan que el propietario sería el piloto californiano de origen mexicano Ramón C. Manríquez, gerente general de Global Exec Aviation, y como propietarios fiduciarios figuran los banqueros mormones Branden Hansen y Scott Parkinson, principales accionistas del Bank of Utah, según fuentes aeronáuticas y periodísticas de Estados Unidos” consultadas por Sol de Pando.
ANTECEDENTES
El año 2012, el avión ahora hallado en Bolivia transportó animales abandonados en California para su adopción en Canadá. Su entonces propietario y piloto Ramón Manríquez fue un activo voluntario en esa campaña.
El diputado Monasterio denunció que el jet de lujo, llegó al país con todos los papeles en regla, pero que el Gobierno ocultó estas pruebas con la aparente intención de apropiarse de la aeronave.
Monasterio agregó que los representantes de la empresa contrataron los servicios de depósito de la DGAC para que el avión permanezca en custodia en Bolivia, pero extrañamente tanto el documento de registro de ingreso como el documento donde se solicita el depósito de la nave desaparecieron “de manera premeditada, dolosa”.
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