Frío argentino

Hicieron mal los argentinos cuando decidieron confiar en que Bolivia les enviaría un volumen adicional de gas durante el invierno, porque el compromiso no se ha cumplido.

PETRÓLEO ORO ZINC Libia anunció esta semana que empezaría a regularizar sus exportaciones de petróleo que habían sido interrumpidas por lo que la empresa estatal de petróleo libia (NOC) llama “fuerza mayor”. En realidad el general Khalid Haftar decidió devolver los puertos de exportación a la NOC. Esto y la perspectiva de que los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo aumenten gradualmente su producción han reducido el precio. Un análisis de Seeking Alpha relaciona la minería de oro con el precio de la energía y encuentra que entre los costos directos de producción entre el 15 y el 25 por ciento es un gasto en energía, ya sea eléctrica o gasolina. Uno de los descubrimientos del análisis es que muchos otros costos están relacionados de forma indirecta por lo que un aumento de 1 por ciento en el precio de la energía se refleja, en el mediano plazo, en un aumento de 0,5 por ciento en el precio del oro. Los nuevos aranceles de Estados Unidos sobre el acero (25%) y el aluminio (10%) afectan directamente al precio del zinc porque cubre las importaciones de acero galvanizado. El zinc se usa principalmente para galvanizar acero. El precio del zinc ha perdido 20 por ciento de su valor en lo que va del año tras aumentar en 60 por ciento en 2016 y 29 por ciento en 2017. Se espera una caída en la demanda que coincide con un aumento en la producción.

El embajador Normando Álvarez ha dicho que desde mayo pasado Bolivia no cumple aquel compromiso, lo que significa que aquí también se aplica la cláusula llamada “deliver or pay” (entregar o pagar). Con el detalle de que viene con una multa adicional de 15% de ese valor.

El embajador Álvarez es el único que informa a los bolivianos sobre lo que ocurre con ese acuerdo. Hace un mes nos informó que Bolivia pagó el año pasado una multa por haber enviado menos gas que el solicitado.

Y ahora informa que Bolivia no está cumpliendo, desde mayo, el compromiso formal. Por lo tanto, se debe presumir que se viene una multa, además del pago que deberá hacer Bolivia del valor del gas “no enviado”.

Lo que dice el presidente de YPFB, Antonio Barriga, es que hay la posibilidad de que el contrato de venta de gas a Argentina tenga un ajuste, por el cual el volumen sería “flexible”.

Será difícil que Argentina, que tiene en sus manos un contrato en que figura el “deliver or pay” más la multa, incluida en una adenda, acepte este cambio: estaría perdiendo dinero. Con la fórmula vigente, Argentina puede cobrarle a Bolivia todas las penalidades por la falta de gas y con ese dinero comprar gas natural licuado de ultramar. Lindo negocio.

Por otro lado, las relaciones con Argentina siguen muy frías. La reunión Morales-Macri se viene aplazando desde principios del año pasado. Se nota que no hay química entre los dos presidentes.

• Respecto del otro comprador de gas boliviano, el Brasil, lo único que se sabe es que Petrobras mantiene la decisión de no renovar el contrato de compra de gas en los volúmenes del contrato vigente.

Cuando se acabe el actual contrato, a fines de 2019, Brasil podría comprar la mitad del volumen del primer contrato: unos 15 millones m3/d. Y la otra mitad tendría que ser negociada con empresas privadas brasileñas.

En esa lista estaría, sin ser brasileña, la rusa Acron, que se ha convertido en una socia forzada de YPFB después de que el presidente Morales anunciara, sin pensar en el absurdo que estaba diciendo, que aquella empresa comprará gas boliviano para instalar una planta de producción de urea en Brasil.

Para salir del aprieto, YPFB dijo que sí, que Acron compraría gas boliviano para ese proyecto, pero que la planta sería una sociedad mixta con la rusa. Algo que sigue siendo un absurdo: ¡que YPFB ponga en Brasil una planta de urea para competir con la urea boliviana que se produzca en Bulo Bulo, cuando esa planta funcione de veras!

Una empresa china ha abandonado la construcción del ferrocarril Riberalta-Guayaramerín a pesar de haber cobrado un anticipo por más de US$ 200 millones, denunció el senador Yerko Núñez.	Pero las empresas chinas siguen firmando contratos para otros proyectos camineros en el país, y mineros chinos siguen incursionando en la minería del oro, en sociedad con las llamadas “cooperativas” bolivianas.