Organismos cívicos de La Paz repudian maltrato a la urbe

Dirigentes de las cuatro organizaciones cívicas de La Paz visitaron EL DIARIO para exteriorizar su protesta y repudio al maltrato que recibe la ciudad con diversidad de motivos, en particular la realización de marchas y otras expresiones públicas que atentan contra el orden y el normal funcionamiento de la sede de Gobierno.

Los visitantes fueron el licenciado Javier Gómez Nogales, presidente de “Amigos de la Ciudad”; licenciado Ernesto Duarte de la Quintana, presidente del Club de La Paz; doctor ML Rigoberto Paredes Encinas, presidente del Club Social 16 de Julio; y el licenciado Antonio Cabrera, presidente del Centro Cívico Cultural “20 de Octubre”.

Expusieron que se está convirtiendo en costumbre imponer el caos en el tránsito peatonal y vehicular con diversas manifestaciones, que individualmente puede que se sientan afectadas por distintas razones, pero que no tienen justificativo alguno para constituirse en problemas que atentan contra la urbe.

Anotaron que, en unos casos, tales expresiones de protesta afectan al tránsito vehicular, al extremo de congestionarlo y tornar imposible la normalidad en su circulación.

Con ello, asimismo, se crean ambientes intolerables para las actividades públicas y personales, pues provocan la paralización del transporte motorizado, la movilización de los vehículos particulares e inclusive se perjudica la normal actividad de los sectores comerciales e industriales.

Por otra parte, para la misma población se le hace desagradable e ingrato ver tanto desorden urbano, justamente cuando está realizando trámites, compras o simplemente transitando para cumplir sus quehaceres personales y familiares.

En este ambiente de descontrol y de inseguridad, la peor parte la llevan los estudiantes, inclusive, de universidades, porque no pueden movilizarse con la celeridad y regularidad que demandan sus desplazamientos, los que además sufren alteración en cuanto al tiempo estricto en que deben cumplir sus obligaciones y requerimientos.

Asimismo, las situaciones caóticas a las que se somete a la ciudad de La Paz con tales desajustes, crean pésima impresión en los visitantes de la ciudad, sean del país o del extranjeros, que si bien quedan gratamente impresionados con la topografía de esta capital, en cambio sufren molestias y hasta la pérdida de su orientación para llegar a los lugares que desean conocer o, en otros casos, efectuar compras de la variada y muchas veces singular oferta que los productores y comerciantes se empeñan en disponer.

Las marchas y gentíos que se forman en la ciudad incurren en atentados al orden público, en opinión de los entrevistados, la Municipalidad o la Policía deberían imponer sanciones pecuniarias a sus organizadores y, si en algunos casos se justifican, proceder a su detención, con el simple pero importante cargo de atentar contra el orden público.