¿Cuál es el recurso más preciado?

Para nadie es extraño saber que vivimos en un mundo hiperconectado y además sobreinformado, donde prolifera todo tipo de estímulos visuales, sonoros y textuales.

A diario nos enfrentamos a una oferta infinita de informaciones, textos, noticias, canciones, videos, estados, publicaciones…

Ante esta avalancha de opciones es inevitable preguntarse: ¿Cuál información leemos? ¿Qué canción escuchamos? ¿Cuál video vemos? ¿A qué le damos prioridad? ¿Qué dejamos para más tarde? ¿Qué descartamos?

Lo mismo pasa con la elección de los medios de comunicación. ¿Qué programa vemos en la TV o cuál programa escuchamos en la radio? Tenemos que elegir uno, pero a veces no sabemos cuál, entonces recurrimos al zapping, cambiamos canales y radios indefinidamente.

Lo propio pasa con Internet, pasamos de ésta a aquella información en segundos, escuchamos fragmentos de canciones, miramos fugazmente algún video e intentamos leer todo lo que se publica en las redes sociales.

Cada medio, cada programa, cada página web, cada portal, cada red social pelea por un poquito de nuestra atención… distribuimos nuestra escasa concentración entre todos (al menos eso creemos) y terminamos la jornada sin ponernos al día con todo lo que se publica, todo lo que se dice, todo lo que se muestra.

No… definitivamente no, en la actualidad el recurso más escaso no es el dinero, no es el petróleo, no es el agua, no es el aire. El recurso más escaso es “la capacidad de atención”.

Al terminar el día habremos recibido infinidad de comerciales, palabras, textos, melodías, imágenes y toda clase de residuos mediáticos… ¿pero les habremos prestado atención?

*) Director ejecutivo de Xperticia. Empresa de Capacitación y Asesoramiento en Comunicación.

(www.xperticia.net)