Valioso análisis político

Bajo el título “Delirios por el poder”, el destacado periodista de EL DIARIO, Alberto Zuazo Nathes, reúne sus columnas del periodo 2000 a 2012, para deleitarnos con su agudeza profesional. Es alguien que ha incursionado desde 1952 en esta destacada tarea de analizar y valorar lo que sucede a diario en el país y el mundo.

Extrayendo notas cortas de este periodo histórico que representa la transición de un periodo caracterizado por los cambios que introdujo la revolución del 52 hasta los primeros años del gobierno del MAS, conducido por Evo Morales, uno tiene a la mano pantallazos de nuestra accidentada vida nacional.

Una primera perla del 2006 titula “La apropiación del país”, claramente revela el comportamiento del MAS desde sus inicios, tal como nos muestra el siguiente texto: “El Gobierno se está comportando como si fuera dueño del país, de otra manera no se explica que quiera distribuir tierras a su arbitrio, que comprometa la soberanía nacional a un delirante, que pretenda ir a la Asamblea Constituyente con el ánimo de sobrepasar lo que prevé la ley de su convocatoria y que a cualquier crítica que se le hace responda con furor e intolerancia”.

Del mismo año, otra nota señala: “El artificio de la “descolonización”, haciendo notar que: “la palabra “descolonización”, que está en boca de los gobernantes actuales, es desmesurada, no se ajusta a la realidad nacional. Tendría que pensarse en que es un artificio conceptual, creado con la intención de sustentar ciertas diferencias racistas”. Y señala claramente: “nadie ha ejercitado en el país forma alguna de colonización”.

En una primera etapa del actual gobierno, Alberto comenta el 2008: “Beligerancia contra Santa Cruz”, anotando que “El gobierno de Evo Morales ha desatado una beligerancia insólita contra Santa Cruz, muy cercana al uso de las armas, como estuvo por ocurrir el 3 de mayo, por el supuesto delito de institucionalizar su autonomía, ganada en el Referendo Autonómico del 2 de julio del 2006”. Luego añade: “Siento decir, pero el presidente Evo Morales, el vicepresidente Alvaro García Linera y el viceministro Héctor Arce no tienen la autoridad moral para hablar de presuntas ilegalidades en que habrían incurrido las autoridades políticas y los dirigentes cívicos de Santa Cruz, al realizar el referendo señalado y poner en marcha medidas iniciales de segundo orden”.

Ya en una etapa más avanzada del actual gobierno, el 2010, se pregunta: “¿Identidad nacional en riesgo?” y comenta: “Carezco de la certeza suficiente para que el título de esta nota fuera afirmativa, por eso lleva los signos de interrogación. Quizás los que tuvieron la idea de conferirle una pompa inusitada a la ceremonia del día 21, en Tiwanaku, no meditaron en los alcances implícitos que podía tener. Pero, es también posible suponer que estuvieron previstos. La duda está ahí, en tanto no sea despejada. Mientras esto ocurra, sería pertinente hacer algunas consideraciones, a partir de dos antecedentes: la creación de 36 “naciones” dentro del territorio de Bolivia y la sustitución de la República por un Estado Plurinacional”.

El artículo que termina este recuento titula: “El personaje político de 2012”. Remarcando: “A los enconos y la beligerancia que son las constantes de la política del gobierno de Evo Morales, se suman dos ingredientes que dañan y escandalizan a cualquier país: el narcotráfico y la existencia de redes oficiales de corrupción.

Con estos antecedentes, a los que se agrega una mala gestión, no es posible dirigir la mirada a alguno de los integrantes del régimen para elegirlo como el Personaje político de 2012”. Añade: “La oposición, como conjunto, tampoco merece reconocimiento. En sus filas, para colmo, se registraron casos abominables de transfugio, vendimias, irresponsabilidad y falta de valor civil”.

Para concluir, mi reflexión, ¿ha cambiado algo desde el 2012? Creo que todos nos responderíamos: absolutamente nada, todo sigue igual, pero, como nos enseña el tango Cambalache: “Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé. En el quinientos seis y en el dos mil, también”.