“Pez gordo” boliviano aguarda libertad condicional

El boliviano-estadounidense Jorge Roca Suárez, considerado como uno de los mayores narcotraficantes de la región en la década de 1980, aguarda un último trámite para concretar su libertad condicional en Bolivia, tras haber pasado 28 años en prisión, informó ayer su defensa.

El Juzgado Tercero de Ejecución Penal de La Paz aceptó el pedido de libertad condicional de Roca Suárez, apodado “Techo de Paja”, porque ya cumplió dos terceras partes de la condena de 30 años y 5 meses impuesta en Estados Unidos por narcotráfico, explicó a Efe su abogado, Fernando Mealla.

Roca, que fue extraditado a Bolivia hace tres meses, deberá permanecer aún en el penal paceño de San Pedro mientras el juzgado corrige un error de transcripción “en la redacción del acta”, pero la decisión sobre su libertad condicional “ya no se puede revocar”, sostuvo Mealla.

El hombre podrá dejar la prisión este jueves “o a más tardar” el viernes y cumplirá el resto de su condena en el domicilio de su hija en La Paz, agregó el jurista.

Roca fue extraditado en abril pasado desde Estados Unidos, donde fue detenido en diciembre de 1990 y le sentenciaron a 30 años y 5 meses de prisión.

Desde entonces cumplió reclusión hasta que la justicia lo benefició con la reducción de su pena por buen comportamiento y autorizó su traslado a Bolivia.

En su momento fue considerado por la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) como uno de los mayores traficantes de droga de América y jefe de una vasta red de producción y comercialización de cocaína, por la que también fueron a prisión su madre y otros familiares.

Roca Suárez se convirtió, en la década de 1980, en el lugarteniente de su tío Roberto Suárez Gómez, considerado “el rey de la cocaína” de Bolivia.

Tras su captura la Policía incautó 17 de sus propiedades en Santa Cruz (este), entre ellas un supermercado, una casa de 60 habitaciones valorada en aquel momento en más de dos millones de dólares, un criadero con quince caballos pura sangre y una granja con 500 gallos de pelea. (EFE)