La defensa es un dolor de cabeza en Bolívar

Bolívar tiene serios problemas en la defensa y no es de ahora, viene arrastrando este mal desde la temporada 2016. El español Beñat San José Gil y el brasileño Vinicius Eutropio no pudieron encontrar soluciones al tema desde el plano técnico, que además se agudizó por lesiones. El tema, por ahora, no ha cambiado con la llegada del entrenador uruguayo Alfredo Arias.

En descargo del charrúa, las lesiones de Mauricio Prieto, Ronald Raldes, Luis Gutiérrez y ahora Ronald Eguino, fue operado el miércoles, le restan posibilidades de contar con alternativas para armar la zaga celeste. Si bien el tercero salió de la lesión que lo aquejaba, aún le falta ritmo de competencia. Estuvo en el banco de suplentes en el partido de la Academia frente al Deportivo Cali, el miércoles por la Copa Sudamericana, pero no pasó de ahí. En el cotejo en Cali, Arias tuvo que improvisar con Edemir Rodríguez y Pablo Pedraza, que nunca jugaron juntos como centrales, fue la primera vez y sufrieron mucho con los ataques del cuadro azucarero colombiano. Perdieron las marcas con facilidad, dando ventaja a los delanteros rivales.

Con San José Gil, quien tenía una idea de juego defensivo y apelaba al contragolpe en casa y fuera de ella, las deficiencias defensivas se disimulaban por la capacidad de llegada sobre el arco rival más la posesión del balón que no daba margen al rival para atacar. Este hecho puntual le llevó a logra dos títulos consecutivos. Pero cuando hubo un equipo que lo atacó, la defensa hizo aguas y los problemas saltaron a la luz. Además de soportar las lesiones.

El brasileño Eutropio no le encontró la vuelta en el torneo Apertura 2018. Sin una idea de juego todo se complicó. En defensa no hubo soluciones, no solo en la zona central, fue en toda la línea. A eso se agregó el desempeño en el medio campo y el ataque. También fue víctima de las lesiones en su plantilla.

Arias, al margen del trabajo y la idea de juego que pretende darle al equipo celeste —que por ahora no se ve— debe rezar para que no haya más lesiones. El mal no es de ahora, es desde hace un par de años o algo más. El sufrimiento de Bolívar en la defensa es un dolor de cabeza.