Distrito siete exige presencia policial

Vecinos del Distrito 7 alertaron sobre el incremento de grupos delictivos y pandillas como resultado de la ausencia de efectivos policiales en las urbanizaciones que albergan a 60 mil habitantes.

Los pobladores del mencionado distrito, desde el sector de San Roque, aseguran que las urbanizaciones que aglutina esta zona a la fecha no logran ser atendidos en la aplicación de patrullajes policiales, creación de módulos y menos la presencia de efectivos del orden.

“Como vecinos hemos enviado una serie de cartas al Comando Regional de El Alto, hasta la fecha no tenemos ninguna respuesta, es por eso que como representantes vecinales, junto al subalcalde, estamos proyectando la construcción de una Estación Policial Integral (EPI) en la zona El Progreso, con la finalidad de poder contar con un equipo de funcionarios policiales que garantice la seguridad”, indicó el representante vecinal, Fidel Choque Blanco.

GRUPOS CRIMINALES

El proyecto y la trasferencia que podría realizar la Alcaldía para la construcción de dicha obra, según Choque, podría favorecer a la edificación de una EPI que permita la llegada de efectivos policiales a dicho sector, el cual al ser zonas periurbanas y ante la extensión territorial que carece de alumbrado público, muchas veces permite la presencia de organizaciones criminales.

A su turno, Guillermina Mamani lamentó que las familias y estudiantes que retornan a sus hogares en horas de la noche, deban ser cautelosos para evitar ser víctimas de la delincuencia. “Debemos poner en conocimiento que a la fecha en el Distrito siete no existe presencia policial, este factor ha permitido que nuevamente retornen las pandillas y grupos delictivos que esperan a los vecinos en las paradas de minibuses, para sustraer los objetos de valor”, añadió Mamani.

Desde las 16.00 horas, varias zonas del distrito siete se convierten en inseguras ante la presencia de pandillas, quienes atemorizan a los vecinos que temen ser víctimas de robo agravado. Este grado de inseguridad ha permitido que en algunas calles, los vecinos por decisión propia cierren las calles con candados, fierros y promontorios de tierra, para evitar el ingreso y la salida de los monrreros.

ALCANTARILLADO

En el distrito siete una de las preocupaciones frecuentes está referida a la problemática de la instalación de alcantarillado domiciliario, razón por la que aguardan que en el mes de agosto pueda ser entregado los “cárcamos de bombero”, proyecto que en la actualidad depende del municipio y de la Empresa Pública Social del Agua y Saneamiento (Epsas).

“Ahora los vecinos del Distrito siete estamos unidos, porque son muchas las demandas que se requiere para mejorar las condiciones de vida, es por eso que, en caso de no tener una adecuada atención de las instancias de Gobierno Municipal, central o departamental, después de un proceso de diálogo no descartamos que se retomen las movilizaciones”, advirtió.

La falta de alcantarillado muchas cajas sépticas colapsaron, al igual que los pozos ciegos instalados al interior de los establecimientos fiscales.

El Distrito siete, con cerca de 200 urbanizaciones, se convierte en uno de los sectores que demanda mayor atención a su desarrollo urbano, desde el 2003 a la fecha, las urbanizaciones de este sector continúan siendo atenidas como poblaciones rurales sin la conclusión de proyectos en los servicios básicos.