Chile dijo no a la negociación diplomática sobre aguas del Silala

ANTECEDENTES

El 6 de junio de 2016 el Gobierno chileno presentó ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la Haya una demanda contra Bolivia sobre las aguas del Silala. En esta demanda Chile solicita a los jueces de La Haya que el sistema del Silala sea declarado como “río internacional”. Y por haber utilizado por más de un siglo las aguas del Silala, los chilenos piden que su uso sea declarado como un “derecho internacional consuetudinario”. Finalmente plantean que por ser el acceso al agua un derecho humano, los “chilenos tienen derecho” a su utilización, derecho que fue aprobado en la ONU por pedido del gobierno del presidente Evo Morales.

Por otro lado, sin dar explicaciones y menos tener coherencia, el presidente Morales declaró ante la prensa internacional en La Haya que “Bolivia recurrirá al diálogo o en otro caso a la diplomacia para resolver la controversia sobre las aguas del Silala”.

Otro antecedente es que el primer mandatario ha manifestado en muchas ocasiones una fobia contra Chile (punto 37 y 38 de la demanda), motivo por el cual el Gobierno chileno resolvió demandar a Bolivia ante la CIJ de La Haya. Ahora el Gobierno boliviano debe responder a esta demanda, por la mala actuación del presidente. Entonces decimos que “el pez muere por la boca”.

Respuesta de Chile

El canciller chileno Roberto Ampuero salió al frente para señalar que: “Cuando Chile entra en un juicio como éste y presenta una demanda, lo que hace es actuar de acuerdo con las normas internacionales” y complementa que “cuando se va a una Corte es porque sencillamente el diálogo dejó de tener sentido o alguna de las partes considera que ya no puede continuar (con el diálogo)”. En resumen: Chile dijo NO al diálogo y menos a la negociación diplomática con Bolivia, sobre las aguas del Silala.

La petición del gobierno boliviano, en sentido de negociar vía la diplomacia el tema del Silala, fue un fracaso y podemos decir que:

1.- Bolivia está totalmente equivocada al señalar que ahora quiere dialogar o utilizar la diplomacia para resolver el tema de las aguas del Silala.

2.- Tal actitud gubernamental es una muestra clara de debilidad, asimismo se puede deducir que el gobierno boliviano no ha trabajado una respuesta a la demanda presentada por Chile.

3.- Bolivia pareciera sin argumentos para defender y hacer prevalecer los derechos legítimos que tiene sobre las aguas del Silala.

Como consecuencia de esta actitud de negligencia, falta de capacidad y seriedad, con la que se está manejando la Cancillería y la Procuraduría del Estado boliviano, estamos condenados a que los jueces de la CIJ de La Haya den su veredicto a favor a la solicitud chilena.

Lo que nos espera a los bolivianos

Estamos ante un inminente desastre diplomático o un claro fracaso de la Cancillería boliviana, porque:

1.- El Gobierno no elaboró la contra demanda o responde a la demanda chilena.

2.- El Gobierno boliviano no tiene los argumentos contundentes para responder a la demanda chilena.

3.- La pérdida de soberanía, sobre las aguas del Silala, ocasionará a Bolivia perder un recurso de vital importancia.

4.- Bolivia no podrá cobrar la deuda histórica por el uso, aprovechamiento y comercialización de las aguas del Silala.

5.- La pérdida será mínimamente del 50% de las aguas del Silala.

6.- Bolivia tendrá que compartir las aguas del Silala porque, como humanos, Chile tendrá ese derecho.

CONCLUSIÓN

Ante este peligro inminente, el pueblo boliviano debe estar atento. Debemos prepararnos y organizarnos para buscar todas las formas para defender nuestros recursos naturales y expulsar, condenar, sancionar y, si es posible, iniciar un juicio de responsabilidades contra todos los malos funcionarios del actual Gobierno por traición a la patria, por el mal manejo y por no haber respondido adecuadamente a la demanda chilena.

Bolivia debe hacer prevalecer el derecho propietario que tiene sobre las aguas del Silala, porque este recurso está en nuestro territorio, bajo soberanía de Bolivia y nadie del mundo nos puede obligar a compartir nuestro recurso vital con Chile.

Las autoridades del gobierno del Sr. Morales están condenadas a defender y hacer prevalecer ante la CIJ que las aguas del Silala están bajo la soberanía del Estado boliviano. Cualquiera otra cosa se puede negociar, pero no las aguas del Silala, porque esto sería casi la muerte de Bolivia.

Finalmente, Bolivia debe iniciar inmediatamente un juicio a la empresa The Antofagasta and Bolivia Railway Company Limited, por el usufructo de las aguas del Silala, que de seguro alcanza a unos 10 mil millones de dólares americanos.

Economista, analista en el tema.

E-Mail: milton.lerida@yahoo.com