¿Son los camiones autónomos el futuro del transporte de carga?

La conducción está cambiando con los vehículos autónomos, hasta el punto que en breve veremos autos autónomos por todas las autopistas y carreteras de muchos países. Google y Apple ya están trabajando en sus propios modelos. Pero no son los únicos. La compañía sueca Einride también está preparando su propuesta para el sector. En su caso, un camión autónomo, perfecto para transportar mercancía. El pasado año ya sacó un prototipo bautizado como T-Pod, al que se definió como el primer camión eléctrico y autónomo del mundo.

Ahora vuelve a la carga con T-Log. De nuevo, se trata de un camión totalmente eléctrico y sin conductor, y que carece por completo de una cabina delantera para conductores humanos. Pero a diferencia del T-Pod, el T-Log viene equipado con capacidades todo terreno y está diseñado para un propósito específico: transportar toneladas de troncos de árboles gigantescos.

Presentado el pasado jueves en el Festival Goodwood del Reino Unido, el T-Log es más potente que el T-Pop. Ha sido creado para transportar hasta 16 toneladas de carga. También puede navegar por caminos forestales densos y desiguales, tal y como afirma la empresa, lo que lo hace idóneo para transportar madera. La compañía Einride también ha comentado que los camiones pueden ser controlados por un operador remoto que se encuentre a cientos de kilómetros de distancia utilizando la tecnología de Phantom Auto. El uso de esta tecnología puede ayudar a Einride a superar los obstáculos que presente la conducción por zonas complicadas.

La falta de cabina permite una mayor capacidad de acarreo, así como una mayor eficiencia del motor del vehículo, el cual es totalmente eléctrico. Asimismo, la batería de 16 kWh del T-Log permite cerca de 200 kilómetros de autonomía. No obstante, no tendremos una visión definitiva de este camión autónomo hasta el 2020, año en el que está previsto que el T-Log llegue a las carreteras públicas.

La mayoría de los expertos creen que la primera industria afectada por la conducción autónoma será el sector del transporte por carretera. Esto significa que muchas compañías tendrán que apostar por este tipo de vehículos con todo lo que ello supone. Lo más importante, los despidos masivos que se producirán en todos los puntos del planeta.