Libérate de la ansiedad

Hay personas que sufren de estrés, de presión, que no tienen el control ni el mando de su propia mente subconsciente, que no descansan ni saben que el sueño es un momento creativo y absolutamente necesario para mantener una personalidad equilibrada y una mente triunfadora, sincera, amorosa y, sobre todo, absolutamente veraz. Estas características muestran que las personas sufren de desequilibrios en sus valores y en sus conceptos de la vida. Estos errores conceptuales se manifiestan como sensaciones de ansiedad por comer aunque en los hechos, la batalla por no comer es en general una batalla perdida.

Las palabras tienen un poder programador cuando se las repite en forma de sugestión.

En este mundo, creo que la mayor parte de los seres humanos estamos expuestos a los programas subconscientes que nos presionan o que nos perjudican, pero lo más lindo e interesante del asunto es que los mismos se pueden borrar de una forma tranquila y segura, cosa que cada cual puede averiguar en su propia experiencia.

En algunos momentos de mi vida tuve esas sensaciones de ansiedad y no dejaba de pensar en comer, aunque parezca absurdo, ese tipo de programas presionan y presionan hasta que no tenemos más remedio que ceder. Sin embargo, como nuestra mente consciente nos indica que esa conducta no es racional, ni equilibrada y sólo quiere cubrir otra necesidad que ignoramos y no nos damos cuenta, el primer paso que podemos dar es relajarnos sentados o recostados donde nos sea posible, donde podamos pronunciar en voz alta nuestro ejercicio de sugestión y si lo hacemos de la mejor manera durante tres o cuatro días, las sensaciones de pensar sólo encomer y comer irán desapareciendo gradualmente.

Debes repetir las siguientes palabras en voz alta y hasta que salgan bostezos: “todas mis sensaciones de ansiedad por comer se están yendo para siempre”.

Estas repeticiones deben ser en los momentos que te sean posibles, nunca en los lugares donde puedas molestar o incomodar a otras personas y siempre, en un lugar tranquilo, en el que puedas tener por lo menos diez o quince minutos para ti mismo. Si pones en acción estos ejercicios tendrás la alegría y la satisfacción de haber eliminado esas molestas sensaciones.