6 de Agosto en Potosí

En 1545 nació Bolivia alrededor de una fogata encendida por don Diego Huallpa en un cerro en forma de teta, como recomendaban los conquistadores de entonces. Esa podía haber sido una premonición histórica, que no supimos entender: la teta iba a marcar nuestro destino.

Los hilos de plata fundida por esa fuente de calor dieron lugar a que don Diego de Almagro no se sintiera tan derrotado por los Pizarro, pero sobre todo fueron la causa de que toda esta región se llamara Plata.

Fue la causa de que el mayor río de la región terminara llamándose Río de La Plata y que unos siglos después las provincias unidas organizadas alrededor de ese río adoptaran el nombre de Argentina, del argento, es decir del Ag. Y que don Miguel de Cervantes aludiera dos veces a Potosí en la mejor novela de la historia de la literatura universal. La única ciudad del nuevo mundo mencionada por Cervantes.

Los hados han querido que tantos años después, ahora, en 2018, en el mismo lugar, esté a punto de nacer una nueva realidad política en esta república nacida de la plata.

Allí, los agentes de un poder que ahora domina la región amenazan con castigar a quienes se le oponen. Lo mismo había ocurrido a principios del Siglo XIX, cuando el poder de entonces estaba tratando de frenar a los rebeldes.

Las amenazas han sido pronunciadas por los seguidores del sistema que quiere mantenerse. Será el comienzo de una larga o corta guerra. No se sabe por qué el gobierno actual decidió fijar en Potosí la celebración del 6 de Agosto. Unos dicen que fue con la intención de provocar a una ciudad rebelde, que llegó a realizar un paro total de actividad de 18 días, en contra del gobierno.

En los días de la revuelta por la independencia, las luchas se dieron en Tupiza el 7 de noviembre y en Potosí el 10. Y marcaron el final del régimen colonial de entonces.

El actual régimen tiene también sus ejércitos. Forman parte de un frente internacional muy poderoso, con recursos económicos gigantescos.

Pero los combatientes de la libertad no se amilanan. Saben que del otro lado podría estar la liberación de estas tierras.

Sin saberlo, los bolivianos avanzan hacia un nuevo parto de la historia. Y se da en agosto.

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