El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró ayer estado de emergencia en California y ordenó que el Gobierno federal preste asistencia adicional debido al incendio que desde el 23 de julio asuela la región y que ha obligado a las autoridades a evacuar a cerca de 38.000 personas.
Mediante esta directriz, Trump autorizó al Departamento de Seguridad Nacional y a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) a “coordinar todos los esfuerzos en las tareas de socorro”, informó la Casa Blanca mediante un comunicado.