“Y pensar que había dejado el tenis”

“No me alcanzan las palabras y los agradecimientos, estoy viviendo un sueño que por momentos lo vi imposible y ahora me doy cuenta que cuando uno hace las cosas bien, con dedicación, sacrificios, confianza, humildad y sobre todo disfrutándolo, se puede llegar a cumplir todas las meta y sueños que uno tiene”, afirmó el tenista trinitario Hugo Dellien, tras confirmarse como número cien en el ranking mundial de la ATP. Dellien se acordó de las viscisitudes por las que tuvo que pasar, antes de posicionarse entre los mejores cien del mundo.

“Y pensar que hace dos años había dejado el tenis de lado, retirándome de este sueño que lo veía cada vez más lejos, debido al poco y nada apoyo que tenemos en nuestro país; decidí volver para demostrarle a todas esas personas que no creían en que un boliviano podría estar entre los 100 mejores tenistas del mundo, ahora les digo a todos ellos que sí se puede, que todos podemos, tenemos que confiar en lo nuestro, confiemos en nosotros, confiemos que si se puede estar entre los mejores del mundo en el deporte que practiquemos”, reseñó en su cuenta de facebook.

Y todo volvió a la cabeza del tenista que forjó primero sus sueños en su natal Trinidad:” Se me vienen muchas imágenes a la mente, muchos recuerdos, buenos y malos, pensar que a los 15 años decidí alejarme de mi casa, de mi familia, de mis amigos y de la vida normal, para entrar en esta vida loca pero hermosa, a los 18 decido irme del país para seguir persiguiendo este sueño, pasar navidades lejos de casa, viendo como todos mis amigos, familiares estaban juntos disfrutando de la magia de la navidad, cumpleaños lejos de casa, algunas veces completamente solo, vuelos perdidos, viajes de días en bus para ahorrar dinero”.

Recordó que en esa etapa de su vida, “tuve que buscar los lugares más baratos, tanto para dormir como para comer, quedarnos cuatro meses en Europa por que volver a casa salía muy costoso, jugando torneos por plata para poder jugar torneos profesionales, dormir en aeropuertos, con frio, con calor, esos días donde decías no puedo más quiero volver a mi casa, algunas veces lágrimas, depresión, suena feo pero lo volvería hacer una y mil veces para sentir esta satisfacción, esta alegría que siento, que no tiene explicación, porque estoy cumpliendo un sueño personal y se que ahora estoy haciendo que muchos niños que juegan al tenis”.

Agradeció a su madre, a sus hermanos, a Mauricio Solís, de quien dijo que lo alentó a seguir y a jugar en Europa, además de sus entrenadores en Argentina. En todo caso, Dellien se confesó y dijo que todo valió la pena, ahora hay otras metas y esa es otra historia.