• El expresidente Carlos Mesa considera que el nuevo edificio del Órgano Ejecutivo representa el derroche de los recursos económicos del país
Tras 165 años de existencia del Palacio de Gobierno y también conocido como Palacio Quemado, será trasformado este en un museo y sede de la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (Diremar) a partir del 9 de agosto. Ayer se desarrolló la última reunión de gabinete ministerial a la cabeza del presidente Evo Morales, quien hizo el anuncio y se sacó selfies (autorretratos).
“Es nuestra obligación de que estas instalaciones sean otorgados a otras instancias. Hemos decido que Diremar se traslade a trabajar y algunos espacios serán museos, los símbolos y el despacho del Presidente, algunas oficinas continuarán a prestar servicios”, señaló el mandatario.
Tras concluir la reunión, ambos dignatarios y los ministros se sacaron un autorretrato en las escalinatas principales de la antigua infraestructura. El Palacio de Gobierno fue inaugurado en marzo de 1853 y tomó el nombre de Palacio Quemado debido a un incendio que sufrió en 1875.
Morales dijo que Palacio Quemado albergaba símbolos europeos y romanos que no representaban la identidad del país, por lo que decidieron construir una nueva edificación que represente al Estado Plurinacional.
TRASLADO
Durante el fin de semana, algunas oficinas del Ministerio de Comunicación se trasladaron al nuevo edificio del Órgano Ejecutivo, donde se estarán al menos cinco carteras de Estado.
La transferencia de los ambientes generó caos en esa repartición, muchos de los funcionarios tuvieron que retornar a los antiguos ambientes del Ministerio de Comunicación porque ya no había espacio en el nuevo palacio.
Mientras que en otras oficinas del actual Palacio se observaron cómo los funcionarios se encontraban en pleno traslado. Es el caso de la sala de conferencias de prensa estaba prácticamente desmantelada.
DERROCHE
El expresidente Carlos Mesa y en su calidad de historiador dijo que la nueva infraestructura representa el derroche de los recursos econo9micos del país, los cuales debieran ser empleados para la construcción de hospitales en beneficio de la población.
“Me parece un verdadero insulto a la sociedad boliviana, la pobreza y a las dificultades del país frente a ese monumento, al lujo y las condiciones de diferencias del Presidente y sus privilegios porque hay un piso completo para él, completamente de derroches que podíamos haber evitado”, dijo el expresidente.
A la vez, sostuvo que el actual palacio fue inaugurado por el presidente que representaba la sociedad, Manuel Isiboro Belzu, además que esta infraestructura alberga varios recuerdos de la vida democrática de Bolivia, que no será cambiado por ningún gobierno.
Uno de los episodios recientes de los que fue testigo el viejo edificio fue la revuelta de octubre de 2003, que acabó con la dimisión de Gonzalo Sánchez de Lozada a la Presidencia. En febrero fue blanco de ataques con disparos de armas de fuego en medio de un enfrentamiento entre militares que defendían el Palacio y policías amotinados que rechazaban un impuesto al salario.
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