Sólo nueva norma frenará piratería de libros

La piratería y reprografía de libros es común en la actualidad y afecta por años el patrimonio de los autores. Según la gerente general de la Cámara Departamental del Libro de Santa Cruz, Melissa Pereyra, la Ley del Libro y la Lectura “Oscar Alfaro” ampara a los escritores, pero se requiere una nueva para luchar contra la usurpación intelectual.

“(Se necesita) una nueva norma que especifique que ellos (los reproductores de libros sin autorización) tienen cárcel, por ejemplo, porque están perjudicando directamente la educación, pues son los niños y jóvenes que compran los libros creyendo que compran un buen producto; sin embargo, el producto está mal hecho y varía casi a un libro original”, dijo a EL DIARIO Pereyra.

No conoce con precisión desde cuándo se convirtió la piratería de libros en un negocio, pero sí los escritores saben qué grande es la tarea de hacer frente a aquella actividad, por lo que están esperanzados que algún día pueda acabar.

La Cámara Boliviana del Libro tiene entre sus objetivos luchar contra la piratería y próximamente realizarán campañas de sensibilización, para que la gente tienda a adquirir un texto original.

“(Luchar contra la piratería) es una tarea muy grande (…) Nuestro objetivo (de la Cámara del Libro) es hacer desaparecer la piratería del libro (…) Lo que vamos a hacer ahora son campañas de concienciación para que la gente conozca el daño que está haciendo al comprar un texto que no es original”, añadió Pereyra.

AUTORIDADES Y REPROGRAFÍA

Por su parte, el presidente de la Cámara Departamental del Libro de La Paz, Carlos Ostermann, expresó su preocupación sobre el crecimiento de la piratería, a lo que se sumó la reprografía (fotocopias de libros), que crece inclusive en pleno centro paceño.

“No se ofrece solamente el libro pirata sino también la fotocopia (…) que afecta el patrimonio de muchos autores (…) Pienso que el delito es casi del tamaño del narcotráfico, aunque no sé si está bien compararlo”, sostuvo Ostermann.

Añadió que para luchar contra tal delito todos deben tener una función. Por una parte, las autoridades llamadas por ley son las convocadas a atender con prioridad el tema, pero también el lector.

Resaltó el trabajo que se realiza desde el Ministerio de Culturas con la difusión de los textos bolivianos en ferias de libros internacionales; sin embargo, insistió que se necesita de mayor apoyo con el tema de la ganancia ilícita que afecta a su sector.

Por otra parte, Boris Vargas, de la Cámara Departamental del Cochabamba, lamentó que la piratería destruya el hábito del escritor e instó a los lectores a adquirir textos originales.

Del mismo modo, Ana María Arismendi, de la Cámara Departamental de Tarija, indicó que los representantes de cada departamento se encuentran en reuniones para hablar del cómo detener la piratería.

De acuerdo a un sondeo realizado entre estudiantes universitarios, señalaron que los mismos docentes son quienes les proporcionan reprografías o fotocopias de libros (principalmente de autores extranjeros) para las lecturas. Además, otros consideran que la mayoría de los libros originales no está al alcance de la economía de todo bolsillo, por lo cual en lugar de adquirir un libro original prefiere tener uno pirata o fotocopia a fin de disponer del texto y tener conocimiento del contenido.

Los estudiantes, quienes prefirieron reservar sus nombres, señalaron que también los mismos docentes que escriben libros les dan la posibilidad de ofrecerles sus textos originales o fotocopias, a fin de que conozcan el contenido. Asimismo, distinguieron los libros piratas de las reprografías.

También, debe considerarse que en otros sitios, como la feria de la 16 de Julio, en la ciudad de El Alto, existen varios puestos de libros piratas a precio desde Bs 5, pero no es el único sitio, sino también existen otros en pleno centro de la urbe paceña.