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“Lava Jato” argentino salpica a Bolivia

Empresas que operaban en el país envueltas en corrupción

• El Gobierno dijo ayer que las autoridades rescindieron el contrato con la firma argentina Ar.Bol, que se adjudicó la vía Santa Bárbara-Caranavi-Quiquibey. La otra empresa, la española Corsán Corbiam fugó del país, abandonando el proyecto de la hidroeléctrica de Miguillas y la carretera Ixiamas-San Buenaventura pero el Ejecutivo ejecutó boletas de garantía


PRESIDENTE EVO MORALES SE REUNIÓ CON GERARDO FERREYRA (DERECHA), QUIEN ESTÁ DETENIDO EN EL VECINO PAÍS. EL ENCUENTRO TUVO LUGAR EN PALACIO DE GOBIERNO, EN 2010.

Al menos, dos empresas involucradas en la presunta red de sobornos, denominada “Lava Jato” argentino, accedieron a millonarios contratos, durante el Gobierno actual, del Movimiento Al Socialismo (MAS). En 2015 ante frecuentes incumplimientos el Gobierno rescindió el contrato con la firma argentina, según se señaló ayer en el Ministerio de Obras Públicas, ante una consulta de EL DIARIO, mientras que en el caso de la firma española se procedió con la ejecución de boletas de garantía.

El presidente de Argentina, Mauricio Macri, dijo este miércoles en privado que “este escándalo va a salpicar a muchos empresarios”, por lo que demandó celeridad en la investigación de la causa. Las autoridades del vecino país detuvieron hasta hace dos días a 14 personas vinculadas con el anterior régimen, según informó el diario Clarín.

Uno de los empresarios capturados por este caso es Gerardo Ferreyra, vicepresidente de la compañía Electroingeniería, la misma que formó parte del consorcio Ar.Bol. (Argentina-Bolivia), que fue contratada por el Gobierno boliviano en enero de 2010 por 257 millones de dólares, para construir la carretera Santa Bárbara-Caranavi-Quiquibey, dijo un reporte de Erbol

En el acto de firma del contrato, en Palacio de Gobierno, el mismo Gerardo Ferreyra estuvo en Palacio de Gobierno con el presidente Evo Morales, y elogió la construcción de la equidad social en Bolivia. Ahora, el empresario está detenido en el vecino país.

Las presuntas coimas se descubrieron por los cuadernos de anotaciones del chofer de un alto funcionario de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. En los manuscritos se describe cómo el conductor llevaba bolsas de dinero que empresarios pagaban como sobornos a autoridades gubernamentales. Medios argentinos señalaron que por el interior del vehículo circularon del chofer $us 160 millones.

CONTRATOS

Otra empresa involucrada en el escándalo de sobornos en Argentina es la española Isolux-Corsán Corviam, que fue conocida en Bolivia por abandonar en 2017 dos obras que le adjudicó el Gobierno: la construcción de la hidroeléctrica Miguillas y la carretera Ixiamas-San Buenaventura.

El empresario implicado en este caso es el argentino Juan Carlos De Goycoechea, expresidente de la filial argentina de Isolux, quien al menos hasta la tarde de este jueves estaba prófugo de la justicia. Según La Nación, el imputado mandó a decir al juez que se presentaría después, porque estaba de viaje esquiando. 

No es la primera vez que el nombre de Goycoechea surge vinculado al de Bolivia. En 2017, el periódico español El Mundo publicó que Isolux había montado una red de sobornos en Sudamérica.

Según la publicación, Goycoechea se dirigió por correo electrónico a diversos cargos de Isolux, el 30 de marzo de 2015, para aconsejar el pago de “un millón de dólares que sería prudente dejar en Bolivia para atender una serie de compromisos que ayudan y mucho”, dijo Erbol.

 
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