Fomentando el turismo: aeropuertos y puentes

El tema no es nuevo. Allá por el año 2012, en turismo se consideraba la propuesta “Bolivia te espera”. En los últimos tiempos, con el fin de atraer turistas se ha instituido el plan “Bolivia mejor destino turístico y cultural”.

Todos los países sudamericanos tienen excelentes propuestas turísticas y las más tradicionales. Decir tradicionales significa poner a disposición del turista escenarios atractivos, espacios que han logrado fama y tipificado las regiones por sus particularidades.

Bolivia, en lo positivo, ofrece a turistas lugares de vieja data, pero tradicionalmente admirados: Potosí, Salar de Uyuni, Parque Nacional Toro Toro, Lago Titicaca (Isla del Sol), Misiones Jesuíticas de Chiquitania, y muchos otros que, por sus características, son centros de turismo que instruyen y benefician a los visitantes.

La propuesta “Bolivia te espera” hace seis años ya ofertaba: recorrido de la “carretera de la muerte”, por el camino antiguo La Paz-Coroico, Camino del Inca (Qhapaq-Ñan), y otras propuestas que se suman a las citadas. Ya en esa etapa se hablaba de la construcción, con tecnología de avanzada, del puente en el Estrecho de Tiquina; pero los balseros doblegaron a las autoridades y todo quedó en suspenso.

Al presente, el Estado, a través de las reparticiones ministeriales, tiene proyectos para impulsar el turismo; es oportuno mencionar que un aeropuerto en Copacabana ya había funcionado, claro está, en condiciones rudimentarias y a campo traviesa que no cubría algún plan turístico. Ahora, con criterio modernista, ha sido formalmente inaugurado el aeropuerto Tito Yupanqui, con instalaciones que, seguramente, llenan los mínimos requerimientos para brindar un buen servicio a los visitantes (turistas) o también a los que cada festividad religiosa congrega, a peregrinos, aunque éstos, por su devoción a la Virgen, prefieren hacer su larga caminata, y su fe religiosa no la cambiarán por una travesía de 20 minutos abordando un Fairchild, pagando un boleto con un costo que la propia DGAC no ha fijado todavía.

En cuanto a las condiciones para visitar Copacabana en todo tiempo, es importante especular acerca de la reacción de quienes hacen turismo. El visitante, por su plan de disfrutar del paisaje, con la “comodidad” del servicio de transporte terrestre, cruzar el estrecho de Tiquina en bamboleantes balsas, no va a destinar sus dólares para visitar Copacabana viajando a bordo de una aeronave por un costo, cualquiera que sea, porque desfasaría su presupuesto para los subsiguientes recorridos.

En cuanto al plan de fomento al turismo, entre algunos proyectos que no se define está el de la construcción del puente en el estrecho de Tiquina. Pero cuenta con varios enfoques. Se pretende un megaproyecto que debía iniciarse en junio de 2018 (EL DIARIO 20/01/18). En cuanto a otra propuesta, en agosto de 2013 la Asamblea aprobó el proyecto de ley para la construcción de un puente en el estrecho de Tiquina, requerida por poblaciones que viven en la ribera del Lago Titicaca. Han pasado cinco años y no se colocó ni la piedra fundamental, además de anunciar que se construiría 2 Km más abajo, con una longitud de 1.000 m, con un costo de 50 millones de $us.

En Facebook se lee: Q´uchapampa: ¿Mega puente en el estrecho de Tiquina?; longitud 1.600 m, el puente más imponente de Bolivia, inclusive de Sudamérica. El Presidente del Estado, cuando inauguraba el aeropuerto Tito Yupanqui de Copacabana, dijo: “Sé que hay un estudio para el puente, si alguna gente protesta en Tiquina, nos tiene que acompañar para garantizar el estudio. Garantizan el estudio, garantizamos el financiamiento. No toda la vida vamos a pasar en balsita, hay riesgos, hay promociones que se han hundido, han fallecido, estamos informados”.

El 4 de septiembre de 2014, el presidente de la ABC, Antonio Mullisaca, adelantó el 19 de agosto que en la actualidad se realiza la licitación para el diseño de la construcción del puente de Tiquina (…) y se espera tener el diseño concluido hasta fines del próximo año. La obra demandará una inversión de unos 70 millones de dólares. Al ser consultado Mullisaca sobre cuándo estará concluido el puente, respondió: “Para el año 2020, seguro”. Acotó que para alcanzar este objetivo se tendrá que buscar financiamiento.

Cómo nos enredamos con el protagonismo de los políticos, unos y otros destacan sus anuncios sobre la realización, con el mejor estilo; costos de menos a más, zona o región de construcción más arriba, más abajo, longitud 1.000 m, 1.600 m, etc. Al final, todo lo que se lee y se escucha en discursos, son simples pronunciamientos demagógicos, que no tienen una esencia que garantice una credibilidad, en particular, para los pobladores de la provincia Manco Kapac. Entonces, mientras alguien, con algún objetivo “particular” no tome la determinación de llevar adelante el proyecto y decida plantear y aceptar bases de un “financiamiento” (retributivo), para ejecutarlo, los turistas, los peregrinos y hasta los propios pobladores, tendremos que resignarnos a seguir cruzando el estrecho en balsitas, y los vehículos, en barcazas.