Bolivia dijo no al proceso de cambio en el fútbol

C oncluido el Mundial de Rusia, inmediatamente surgieron las noticias de todos los países afiliados a la FIFA sobre las experiencias vividas a través de la televisión y de quiénes tuvieron el privilegio de participar en el mismo.

El criterio generalizado fue que había que potenciar el fútbol doméstico para contar con una selección base e invitar a los “extranjeros” si fuese necesario. Que el juego de conjunto ha desplazado a las individualidades que finalmente resultan ser perjudiciales. Que la juventud es fundamental para aspirar a resultados positivos por la exigencia de los partidos. Que es imperiosa la necesidad de darle mayor dinámica al trabajo directivo para la planificación de sus compromisos continentales primero, rumbo a las eliminatorias Qatar 2022, con partidos con sus pares a lo largo de los siguientes cuatro años.

¿Y CÓMO ESTAMOS EN CASA?

El 7 de junio de 2017 nace el nuevo Estatuto de la Federación Boliviana que obligaba para la elección del directorio, la presentación de una plancha con un Presidente y cuatro directores en la formula. Lo extraño es que en ese Estatuto únicamente tiene funciones el Presidente, habiendo creado la FIFA , CONMEBOL y los delegados de la LIGA que proyectaron este documento, a UN MONARCA, porque el Primer Vicepresidente de la División Profesional y el Segundo de la División Aficionados, no suenan ni truenan y los Directores General Ejecutivo y Financiero tienen solo voz y no voto, ni qué decir de los Directores que deben deambular por las oficinas de la F.B.F. sin rumbo alguno. Es decir simples muebles.

El actual MONARCA fue posesionado hace cuatro meses y no cambió absolutamente nada. Hay tareas fundamentales que nos permitimos recomendarle para no seguir perdiendo tiempo y para que las Asociaciones y clubes tengan presente sobre la nueva estructura operativa que debería tener nuestro fútbol a partir del 2019.

La Primera “A” de las Asociaciones NO es aficionada porque los jugadores son asalariados y se ha convertido en el cementerio de la ex Liga, cuando esta división fue el semillero de nuestro fútbol, entonces que los 18 equipos que ahora participarán en el Torneo SIMON BOLIVAR, funden la División Pre-Profesional y no retornen a sus Asociaciones a participar como ocurre en la actualidad, debiendo jugar dos campeonatos anuales similares a la División Profesional para el ascenso y descenso, lo propio que la Primera “A” que actualmente solo juega un campeonato con 18 partidos durante todo un año y que se limite la edad a 23 años con solamente jugadores nativos . Así recuperamos el semillero. Primer desafío.

Los campeonatos integrados de las Asociaciones con los equipos de la División Profesional Sub 13 a la Sub 19, tengan también dos campeonatos anuales y el tercero, el Nacional obligatorio inter clubes para tener la base de nuestras selecciones menores. Segundo desafío.

Oficializar los campeonatos de RESERVA paralelos al de la División Profesional sin límite de edad y al final de cada uno de los mismos, el campeón le otorgue a su primera tres puntos, el segundo dos y tercero uno para darle atractivo a esos certámenes donde están los valores del futuro .Tercer desafío.

Finalmente que actualice su Estatuto porque ahora son 14 clubes profesionales y se determinen funciones para todo su Directorio. Se elabore su REGLAMENO cumpliendo de esta manera con lo dispuesto por el Art. 58.- del CÓDIGO CIVIL y no estar al margen de la Ley como actualmente se encuentra la Federación Boliviana de Fútbol.

Como se ve hasta ahora, la FEDERACIÓN BOLVIANA DE FÚTBOL le DIJO NO AL CAMBIO. Esperemos un golpe de timón ya.

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Dr. Edgar Linares Mariscal

fundador y ex asesor legal de Fabol