Ninguna exhortación, pedido, protesta o reclamo logra detener al dictador y tirano Daniel Ortega que, prácticamente, se ha apoderado de Nicaragua y desarrolla genocidios increíbles no solamente con la muerte de más de 360 personas sino con centenares de heridos, desaparecidos, presos y maltratados por las fuerzas de represión. Él, secundado por su esposa que funge como vicepresidenta, y con el apoyo de las fuerzas armadas y los cuadros policiales, ha destruido la economía, los proyectos de desarrollo, al empresariado privado y toda labor que buscaba superar altos índices de pobreza y subdesarrollo. Nicaragua se ha convertido en uno de los mayores ejemplos, conjuntamente Venezuela, de ineficiencia, incapacidad, corrupción y atentado a los derechos humanos; pero…
El mundo conoce que hay protestas y condenas al régimen por parte de instituciones internacionales como Naciones Unidas y gobiernos, instituciones humanitarias y de derechos humanos, credos religiosos y organizaciones de toda laya sin que, en la práctica de los hechos, se remedie algo, porque los problemas de abusos y atentados al pueblo continúan imparablemente.
Según informaciones y comentarios diarios de todo el mundo, se ha pedido que Daniel Ortega cese en sus campañas genocidas, que cada día las lleva a cabo con más saña y decisión de dominio a los nicaragüenses que buscan el alejamiento del tirano y que se implante condiciones que permitan la vigencia de las libertades, la justicia y la democracia. El tirano no escucha ni acepta pedido o incitación alguna atenido a que “fue elegido en elecciones por el pueblo y, por ello, es legal y constitucional”.
Este tipo de tiranías ha causado muchas desgracias a países de todo el mundo y en todo tiempo mediante el uso de ejércitos y armamento que siempre es renovado y provisto por las grandes potencias, que generalmente protestan contra los abusos y la mortandad de personas que solo buscan la vigencia de la libertad y de los derechos humanos; pero apoyan y promueven la provisión de armamento, con fines netamente económicos; en pocas palabras, son los armamentistas los que promueven que surjan tiranos y dictadores que destruyen pueblos y cercenan la vida de poblaciones que, por las discordias y divisiones creadas en sus pueblos, no pueden combatir a la pobreza y al subdesarrollo.
La Iglesia Católica y muchos credos, gobiernos e instituciones claman por el cese de abusos y muertes en Nicaragua, sin lograr su propósito de que se encuentre formas de derrocar a la tiranía y restablecer los derechos humanos, con el imperio de la libertad y la justicia. Y los pueblos se preguntan: ¿De qué sirven las protestas y condenas si continúan las labores genocidas y abusos a la población, que no puede encontrar remedio para sus angustias?
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |