Chola paceña

Los zapatos usados por la “chola paceña” eran botas de caña alta. Eran confeccionadas, por ejemplo, en cuero de “cabretilla”, el cual era muy suave y tenía buena presentación. Muchas de las botas debieron ser importadas. Las botas tenían varios pasadores en la parte delantera y un taco estilo Luis XV. Se dice que el taco es estilo Luis XV porque en el Siglo XVIII ese rey de Francia decidió usar zapatos de tacón para compensar su baja estatura. En ese momento el rey le pidió a su artesano personal que le elabore unos tacones altos, lo que lo convirtió en el primer hombre del mundo en usar tacones. El rey Luis XV hizo exclusivo el diseño de sus calzados, anunciando que el que usara ese mismo modelo sería castigado, nada más y nada menos que con la pena de muerte.

La mujer campesina allá por 1960 no solía usar zapatos. Con los años la chola paceña de los zapatos de taco pasó a los zapatos “planos”. Una de las marcas más utilizadas en 1970, en la mujer del área rural, fue “Induvar”.

La “tullma” es un adorno que luce la “chola paceña” en sus 2 trenzas.

La chola paceña solía usar una “escarcela” o bolsón. La mujer del área rural solía usar una “chuspa”.

Las cholas más coquetas solían pintarse un lunar falso sobre el labio superior.

Entre las joyas utilizadas, principalmente en las fiestas, están el “topo”, broche o prendedor, para poder cerrar la manta en la parte de adelante.

En el sombrero existe el denominado “ramillete” o rama, de oro y perlas.

En los lóbulos de las orejas tiene unos aretes o pendientes de oro, con perlas importadas. Como aditamentos de los aretes existen las “chorreras”.

Podía tener también anillos, pulseras y collares de oro y plata con perlas importadas.

Todas las joyas, por ejemplo de la chola sorateña, eran de oro extraído de los yacimientos auríferos de Tipuani. En 1920 algunas cholas paceñas también usaban un reloj pulsera.

Con el pasar del tiempo, también la “chola paceña” llegó a usar un “aguayo”, que es un tejido de lana, de aproximadamente 129 x 129 centímetros. Para su confección primeramente se esquila a las ovejas, se lava la lana y se la tiñe con colorantes naturales. Así, por ejemplo, si se desea teñir la lana de color café, en los valles, se recolecta las hojas del árbol llamado nogal, se coloca las hojas en un recipiente con agua y se las cocina, posteriormente se introduce en el recipiente la lana a ser teñida, adquiriendo finalmente ésta un color café muy característico. Se seca la lana al sol, se la hila con ayuda de la rueca o “kapu”, formando ovillos de hilos o “kaytos”. Con los hilos, en telares se procede a tejer el aguayo, el cual puede ser personalizado (lleva el nombre u otra leyenda referentes al propietario). Recordemos que el aguayo fue y es utilizado principalmente para cargar a los bebés, de una manera muy particular.

En 1950, como no llegaba ropa china barata y tampoco había para comprar ropa usada norteamericana en Sorata, las blusas de las “cholitas” (mujeres del campo) eran confeccionadas en Sorata, sobre la base de saquillos de azúcar y otros y para realzar la presentación se las bordaba con “mechilla” de colores.

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