• La cocina es uno de elementos centrales en las novelas de la escritora mexicana y es utilizada en forma metafórica
La destacada escritora y política mexicana Laura Esquivel, autora de “Como agua para chocolate”, se encuentra en La Paz y presentó ayer en la XXIII Feria Internacional del Libro su reciente obra denominada “Mi negro pasado”, además compartió algunos temas que aborda en sus libros como el racismo y reflexionó sobre la democracia.
Una persona dulce con los niños, afectiva con los adultos y con mucho interés en los tejidos, así se mostró Esquivel a su llegada a La Paz. Probó la tradicional salteña y un refresco de zanahoria, elaborado por el acreditado restaurante Miga. La escritora mexicana expresó su alegría al pisar suelo nacional.
FELIZ EN BOLIVIA
“Estoy muy feliz de estar en Bolivia, es un sueño de muchos años y bueno agradezco la presentación y colaboración de todos”, expresó mientras sostenía un ramillete de flores en sus manos.
Cuando el reloj marcaba la media mañana de ayer, la reconocida escritora ofreció una conferencia de prensa que más que un acto formal fue similar a una charla de buenos amigos o de familia. En la oportunidad, se refirió a su primera obra publicada en 1989 y que la catapultó a la cima literaria, “Como agua para chocolate”, donde trata de una mujer joven que se debate entre la resignación, el amor y la cocina. Así desarrolló una trilogía.
“Venía de un mundo muy tranquilo, a pesar que tenía mis talleres para niños (…) pero eran muy manejable y de pronto el éxito de “Como agua para chocolate” fue un antes y un después. Sentí que se me vino todo un mundo encima. A los seis meses que se publicó tenía ya traducciones y a partir de ahí no paró el fenómeno. Es una alegría, al año entrante se estrenará como musical”, dijo.
NUEVO LIBRO
Después se refirió a “El diario de Tita”, señaló que en lo personal para ella es un libro muy personal, porque en el original incluyó fotos y cartas.
Como parte de la trilogía de Esquivel está “Mi negro pasado” (continuación a “Como agua para chocolate”) presentado el pasado año en México y anoche en la XXIII Feria Internacional del Libro de La Paz, donde mucha gente adquirió la obra.
“Mi negro pasado sucede en época actual con la protagonista que es tataranieta de Pedro. Es una mujer que yo la imaginé y la diseñé para que fuera un espejo sobre todo en los problemas argumentales que tenemos en México; aquí (en Bolivia), desconozco cuál es la situación con el tema de la diabetes y la obesidad, pero en México somos muchísimos. Somos herederos de una cocina considerada patrimonio mundial”, comentó.
CUESTIÓN RACIAL
Esquivel indicó que en el libro se aborda la cuestión racial. “La novela comienza con el nacimiento de un niño de raza negra, ella (la madre) es rubia, el esposo también, aparece el niño que cambia totalmente la historia, en ese momento aparece la abuela de ella, ella ni tenia contacto (…) esta abuela es la que empieza a jalar la historia de como “Agua para Chocolate”, es la mujer que en tercera persona narra”, explicó.
La escritora con un carisma único y de carácter sencillo tuvo que confesar que si bien sus libros tienen mucha relación con la gastronomía, de muy joven no le llamaba la atención la cocina, pero su madre era la diestra.
DE LOS SESENTA
“Soy de la generación de los 60, que de pronto considerábamos que las mismas mujeres la devaluamos y todo lo que tiene que ver con la casa, porque se consideraba que era un lugar de castigo (…). Creíamos que se debía salir afuera para cambiar el mundo, por eso me alejé, pero cuando fui madre tenía que alimentar a mis hijos entonces recorrí a mi madre, a veces me sentía avergonzada y ahí es cuando empecé a redescubrir, a darme cuenta que en verdad uno escucha (…) a la hora de cocinar me venía este recuerdo, que estas poniendo mucha sal, entonces empiezo a redescubrir”, comentó.
Dijo que de ahí empezó a descubrir que si no hay cambio íntimo, entonces se repiten los mismos errores.
Sin embargo, Esquivel no solamente es una sobresaliente escritora sino que incursionó en la política, estando dentro del parlamento, pero además ahora es la nueva viceministra de Culturas de México. Tiene nuevos desafíos y considera que debe trabajarse en el patrimonio, puesto que es como una fábrica que se hereda a los hijos.
LA DEMOCRACIA
Asimismo, se refirió a la democracia, expresó sentirse satisfecha por la llegada de Andrés Manuel a la Presidencia de su país, pero confesó que le es difícil creer en una democracia cuando existen todavía fuerzas que quieren manipular a la gente.
“La verdad ya no creo en la democracia, aunque hay casos excepcionales, como éste en los que uno puede apoyarse en ella y llegar por mayoría (…). Pero no siempre es así, porque en muchos gobiernos se utilizan prácticas de miedo, aterrorizan para manipular, para llevar a la gente a la toma de decisiones (…) Saben muy bien cómo la palabra puede afectar la vida, la integridad y, entonces, se producen las contras de voto, las presiones y de pronto la democracia; como tal creo que ha cumplido y tenemos que seguir (…) Vamos a tener que seguir jugando al juego de la democracia”, expresó.
DOMINGO SE DESPIDE
La escritora mexicana se despedirá del público paceño el domingo 12, cuando será parte de “El sabor de las palabras”, núcleo de la programación que se vale de la gastronomía para conversar sobre la obra de distintos escritores y, al mismo tiempo, degustar los sabores que aparecen en ella. La actividad se llevará a cabo de 18:00 a 19:00 horas, en la plaza Kalasasaya, la base de la interpretación gastronómica será el libro “Como agua para chocolate”. La chef Anahí Reyes será la encargada de preparar los platos, cuyos sabores podrá degustar el público que asista al último día de la Feria del Libro.
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