“La oposición no tiene moral para cuestionar” es una de las frases más repetidas por el oficialismo, desde el Presidente del Estado, pasando por sus ministros, parlamentarios y dirigentes de organizaciones sociales. Sin embargo, los hechos bochornosos más recientes protagonizados por el oficialismo se convierten en una suerte de boomerang al hablar sobre la moral y ética. Principio que según varias opiniones no solo opositoras sino del propio MAS debe ser evaluado.
“El presidente Morales y el vicepresidente Álvaro García son los padres de la Patria, que continuamente dan pésimas señales al país. Violan la Constitución y pisotean el voto del soberano. Pido reconducir sus actitudes y retomar los valores morales y éticos que rigen la conducta de los políticos y funcionarios públicos”, manifestó Arturo Murillo, senador de Unidad Demócrata (UD).
El legislador hizo un recuento de los hechos en los cuales estuvieron involucrados los funcionarios y autoridades del Gobierno, como un ejemplo, es el escándalo protagonizado por el diputado suplente del MAS Eduardo Soto en estado de ebriedad.