Indígenas, víctimas del extractivismo

En la asamblea de instituciones cívicas paceñas, convocada por la Plataforma Cívica Integrada del Departamento de La Paz, realizada el día 6 de julio, se recibió la denuncia acompañada de documentación, sobre la política engañosa del gobierno populista que hace dos sexenios nos gobierna, en cuanto a la intervención en regiones declaradas “Parques Nacionales”, Territorios Comunitarios de Origen (TCOs) y otras protegidas por normas de diverso carácter, con la finalidad de explorar y luego explotar recursos hidrocarburíferos.

En el norte del departamento paceño, en la cuenca del Madre de Dios, conectada fluvialmente al departamento de Pando, está asentada la TCO - Tacana II y otras comunidades, incluso algunas que tienen poco contacto con las urbes, donde hace ya algunos años (2013), funcionarios del gobierno, esgrimiendo las bondades del proyecto “Mi Agua”, accedieron a la zona, pero la finalidad era otra, la de abrir ese territorio a la empresa china BGP, para que esta efectúe la exploración sísmica 2D “Nueva Esperanza” en la cuenca de ese río.

Ese territorio de origen (TCO) se halla en la Amazonia paceña, en la provincia Abel Iturralde, frontera con la república del Perú y cercana a la Reserva Nacional de Vida Silvestre Manuripi en Pando y del Parque Nacional Madidi del departamento de La Paz. La presencia del director del Servicio de Áreas Protegidas (SERNAP), David Pomier, ratificó la promesa de dotar de agua a los pobladores de la región, pero para esa finalidad era necesario el ingreso de técnicos a la región para un estudio socio económico, cuando en verdad la finalidad era la presencia de gente del gobierno y la empresa china, para el estudio sísmico del suelo en busca de bolsones de hidrocarburos.

Las promesas engañosas de las comisiones oficiales conformadas por técnicos, militares y hasta un fiscal, se redujeron a garantizar las labores de la empresa china, para el Ministerio de Hidrocarburos y la empresa estatal YPFB, dejando en el olvido -por supuesto- el tema de dotación de agua. Los indígenas aprobaron las labores de exploración de hidrocarburos, pero pidiendo que se consulte previamente a los habitantes de la zona, como disponen las normas legales y, más tarde, hicieron observaciones importantes a la propuesta de acuerdo, en especial aquellas que afectaban sus labores de recojo de castaña y otras, como el impacto ambiental que sería de consecuencias funestas.

Otro pedido de los indígenas fue la presencia de delegados indígenas (monitores ambientales) en las brigadas de trabajo de exploración, para vigilar el respeto al medio ambiente, negociaciones que duraron dos años, firmándose el acuerdo en septiembre de 2015. Extrañamente, cinco meses antes las autoridades de YPFB ya habían dispuesto la contratación directa de la empresa china “Asociación Accidental BGP” para las labores de exploración de ese territorio. Al siguiente año, en febrero de 2016, el presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales, llegó a la inauguración del proyecto de exploración sísmica, a la que no asistieron los representantes indígenas, el mismo que, con grave agresión a la flora y fauna, sigue y pasa.

Esta denuncia es una más de las que se hace conocer, en defensa de los pobladores indígenas, del medio natural que les rodea y de las normas incumplidas, ante la política “extractivista” del régimen que nos gobierna 12 años, y que agrede parques, zonas de reserva natural, TCOs, en todo el territorio del país (El Bala, Chepete, Tariquia, Iñao, etc.) en procura de encontrar hidrocarburos, a la vez que hace propaganda de su discurso indigenista y de “adoración a la madre tierra”, que sólo es eso, discurso.

El autor es abogado y politólogo.