Rómulo L. Delgado Rivas
Según el organismo de Tránsito, a nivel nacional hubo un incremento de los accidentes de tránsito con respecto a la pasada gestión, pues entre enero y junio se atendió 10.059 casos, con 572 personas fallecidas, mientras que en el primer semestre de 2018 se han producido 10.500 casos de accidentes de tránsito en todo el país, dejando un saldo de 641 personas fallecidas y cerca de 7.031 heridas.
Entre las causas de los accidentes de tránsito en nuestro país están: la imprudencia de los conductores al no cumplir las normas de tránsito, el exceso de velocidad y la conducción de vehículos en estado de embriaguez, realidad que debe ser modificada por la implementación eficaz del Plan Nacional de Seguridad Vial.
Se debe considerar que existe tal plan 2014 -2018, aprobado con el Decreto Supremo No. 2.079, cuyo objetivo general es mejorar la seguridad vial a través de la implementación de mecanismos de prevención y control de accidentes de tránsito y sus factores de riesgo, considerando que las cifras de accidentes de tránsito entre los años 2008 y 2013, reportaron 8.730 muertos y 90.810 heridos en Bolivia.
El plan vial vigente está conformado por cinco ejes estratégicos, que son: 1.- Gestión normativa sobre seguridad vial, con la cual se pretende mejorar la seguridad vial a través de la aplicación de normativa e instrumentos técnicos adecuados a estándares internacionales, para viabilizar y optimizar los planes, programas, proyectos y políticas y reducir los accidentes de tránsito y sus factores de riesgo. 2.- Vías de tránsito terrestre seguras, para que sean más seguras a través del desarrollo y ejecución de una planificación vial adecuada. 3.- Usuarios y vehículos más seguros en vías de tránsito terrestre, generando una cultura vial en la población, con mayor participación en la prevención. 4.- Sistema de información vial, para mejorar el sistema de información nacional e interinstitucional, a fin de tener información oportuna y confiable para la toma de decisiones. 5.- Respuesta a las víctimas, después de los siniestros viales, a través de una atención médica inmediata.
Es necesario establecer mecanismos de seguimiento, control y evaluación del Plan Nacional de Seguridad Vial 2014 – 2018, con el propósito de determinar el avance en la implementación de cada uno de los objetivos específicos y las tareas asignadas a cada estrategia, a fin de aplicar medidas de corrección, para reajustar y redirigir las acciones hacia los objetivos esperados. Solo así se podrá lograr los resultados esperados, es decir la reducción de accidentes de tránsito en nuestro país.
Es necesario considerar que la implementación del Plan Nacional de Seguridad Vial 2014 -2018 es un labor de sinergia entre diferentes instituciones públicas y privadas. Estos planes deben ser complementados por políticas de prevención, sobre todo en sectores como el transporte público, donde es recurrente atender siniestros que dejan a varias familias enfrentando la pérdida de sus familiares o los gastos por las atenciones en salud, que muchas veces superan los costos del propio Seguro contra Accidentes de Tránsito (SOAT).
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |