Servicio premilitar ¿un negocio?

Cada año los padres de los jóvenes en edad militar afrontan situaciones difíciles. Se dice que prestar el servicio militar o premilitar al Estado es un deber patriótico. Pero el Estado ¿qué hace por los jóvenes? Por el contrario, solamente pagando se puede prestar ese servicio.

La mayor erogación económica es en la revisión médica, cuesta Bs 2.500 (dos mil quinientos), si un joven quiere prestar el servicio premilitar al Estado. El Estado debería pagar esa revisión médica y no es así.

Lo raro es que la revisión médica se la hace fuera de los cuarteles (en consultorios particulares). Esto está mal, pues en los tiempos de paz ¿qué hacen los médicos militares? Las FFAA deberían disponer de sus médicos solamente “dos días para revisar a los jóvenes”.

Otro gasto, el uniforme militar que venden las FFAA a los jóvenes para prestar el servicio premilitar tiene un precio de Bs 1.000, sin botas. Sin embargo en las tiendas de uniformes militares cuesta solo Bs. 250. Esto genera una serie de conjeturas, los diputados y senadores deberían averiguar y comparar o deberían cambiar las leyes de las FFAA para los tiempos de paz y tiempos de guerra.

Una vez admitido el joven para el servicio premilitar, los gastos no acaban, sino que vienen más en todo el año. Los padres de familia cada vez que envíen a sus hijos a los cuarteles tienen que darles como mínimo Bs 100, para sus pasajes, refrigerios, comidas, cuotas y compras de materiales de instrucción de servicio premilitar, pedidos por los instructores para la revista militar (prueba, examen), etc.

Para alivianar a los padres de familia y para evitar tremendos gastos económicos en el servicio premilitar, el servicio premilitar debería durar solamente tres meses. Hacerlo todo el año es un engaño.

Por los enormes gastos económicos, el servicio premilitar no es para los pobres, campesinos e indígenas, porque para prestar el servicio premilitar el primer requisito es tener dinero. Sería mejor que el presidente Evo Morales ayude a los jóvenes pobres, indígenas y campesinos para que presten el servicio premilitar y no sean discriminados.

En consecuencia, el servicio premilitar pareciera que es un negocio, es muy caro para los jóvenes pobres. Ojalá el servicio premilitar “sea gratuito” para todos, sin discriminación.