Estado gasta más de Bs 900 mil en mujeres de cárceles

Cada mes, el Estado gasta más de Bs 900 mil para sostener a 2.500 mujeres que están recluidas en cárceles bolivianas, según el exdirector de Régimen Penitenciario y docente de la Universidad Pública de El Alto (Upea), Ramiro Llanos. El experto indicó que cada recluso le cuesta al Estado 52 dólares mensuales (Bs 362) y en Bolivia existen actualmente 15 mil personas privadas de libertad.

Llanos lamentó que a la fecha las cárceles continúen superpobladas y derruidas, siendo que una gran mayoría se encuentra allí por mora judicial en la resolución de sus casos y cumplen virtuales condenas anticipadas con detención preventiva.

El Estado –dijo– dispone anualmente de inmensas partidas presupuestarias para sostener ese sistema. “Cada preso llega a costar 52 dólares al mes, esto contempla el pre-diario de Bs 8, los policías, los servicios básicos, sin tomar en cuenta las refacciones que se hacen”.

“Es caro tener personas en las cárceles por eso planteé como solución usar manillas electrónicas, detenciones domiciliarias, controles de voz, a través de visitas sorpresa, entre otros, sería la solución porque no le costaría al Estado”, explicó.

Aclaró que de cada siete presos una es mujer, de estas más del 50% por narcotráfico y en menor cantidad por contrabando y trata de personas, aunque los últimos años incrementó la cantidad de féminas recluidas por corrupción.

ASESINATOS

Manifestó que en Bolivia existen de 110 a 120 mujeres que están cumpliendo una pena de 30 años por quitar la vida a sus esposos en defensa propia.

“Es una pena que la Ley 348 que garantiza a las mujeres una vida libre de violencia, no sea retroactiva, y llegue a las cárceles ya que algunas mujeres cometieron asesinatos por autodefensa y al momento de su condena no fueron tomados en cuenta esos detalles y fueron condenadas sin tomar en cuenta a sus hijos, su desintegración familiar, etc.”, aseveró.

Relató que hay muchas mujeres recluidas que están acompañadas de sus hijos, quienes asisten a “guarderías” en la mañana, pero por la tarde vuelven con sus madres que cumplen su condena.

EL “NEGOCIO”

Llanos aseveró que las irregularidades en las cárceles de mujeres no son tan elevadas como en el de varones, ya que el “negocio” solo está en el servicio que las reclusas prestan.

“El negocio que hay en las cárceles de mujeres son la venta de servicios. Cuando estos servicios son manejados por policías y no hay participación de las señoras, hay corrupción, hace años hemos descubierto que se lavaba ropa por un monto de Bs 100 pero en el informe ponían Bs 300, lo mismo en el planchado 30 centavos por ropa y a la que le prestan el servicio le cobran 0.50, ahí de centavo a centavo se va haciendo la corrupción”, contó.

Añadió que lo mismo pasa en el tema de donaciones ya que estas llegan a la Gobernación y de ahí se conoce si ingresó o no a la población.

CÁRCELES MIXTAS

Llanos informó que en el país sólo existen tres cárceles para mujeres que están en La Paz, Cochabamba y Trinidad, el resto debe compartir con los hombres la infraestructura que existe y ello tiene implicaciones negativas en la población recluida, porque en algunos casos existen violaciones.

Aclaró que en Bolivia no hay una cárcel construida específicamente con perspectiva de género, por lo menos con un color distinto. “No solo tiene que tener inodoros sino duchas más personalizadas con puertas, ambientes especiales pensando en mujeres, un nivel de mayor relación con el sentido afectuoso para las visitas, el tema de las salas conyugales, todo esto que no se considera”, lamentó.

Aseveró que si bien el hacinamiento no es tan grande como el de varones que llega al 600 y 700%, en el caso de las mujeres es entre las 30, 40 hasta 120%, en algunas cárceles.

HISTORIAS

Una reclusa del Centro de Orientación Femenina de Obrajes, en contacto con EL DIARIO lamentó que las mujeres deban soportar una débil estructura familiar ya que están solas a cargo de sus hijos y apenas cuentan con medios propios o apoyos para poder generar ingresos.

Lamentó que la mayoría de estas estén con detención preventiva, sin juicio y sin condena, situación que se puede prolongar durante meses y hasta años.

Dijo que existen muchos niños que debido a su reclusión presentan cuadros de ansiedad, agresividad y baja autoestima.

Otra reclusa que también se contactó con EL DIARIO manifestó que viven más de 410 reclusas en un ambiente adecuado para 100 reclusas.

“No hay médicos, suficientes, solo hay uno en cada especialidad como dentistas y psicólogos”, dijo.

Lo más lamentable para la reclusa es que no existan los suficientes sanitarios para las más de 400 personas ya que las filas cada día son interminables porque de cada tres reclusas que salen ingresan otras seis, sin tomar en cuenta a los niños que acompañan a sus madres.

La cárcel de Obrajes es un centro ubicado en las instalaciones de un antiguo convento de monjas construido en 1825 sobre una parcela de 1.700 metros cuadrados y pensado originalmente para 100 personas. Desbordado y carente de las instalaciones necesarias para permitir una existencia digna.