Estímulo al empresariado privado

El sector estatal ha creado más de una docena de empresas para ampliar la producción, pero no dio los resultados esperados. Entonces, lo conveniente sigue siendo promover al sector privado, pero para que éste tenga sostenibilidad y de esa forma pueda inclusive crecer, convendría estimular sus actividades y desarrollo.

En otros países se promueve la creación y prosperidad de las empresas por medio de los impuestos. En varios de ellos se propugna la creación de las mismas suspendiéndoles inicialmente el pago de impuestos, en unos casos en los primeros cinco años de su funcionamiento y si es posible o necesario por un tiempo mayor.

Con ello, efectivamente, es probable que se aliente a instalar empresas, en unos casos como pequeñas o la formación de sociedades, dependiendo ello de la capacidad económica de la que dispongan sus componentes. Si éstos personalmente son limitados, con otras personas que tengan iguales posibilidades pueden constituir sociedades.

En realidad, lo más conveniente sería que sea de carácter industrial, de manera que tengan perspectivas más sostenibles si se dedican a darles este procesamiento a los productos agrícolas del país. Tal eventualidad tiene la ventaja de disponer de la variada cantidad de cultivos que existe o pueden establecerse en el territorio nacional, aprovechando que cuenta con todos los climas, desde cálidos hasta frígidos, que se prestan a ser producidos para fines industriales.

Inicialmente, puede que el volumen de producción sea reducido, pero a medida que tienen acogida en el consumo, existe la perspectiva de que no sólo sea para cubrir los requerimientos internos, sino destinarlos a la exportación.

En estos casos, todo depende de las iniciativas y de la perseverancia que se tenga para llevar adelante logros de esta naturaleza. Efectivamente, la dedicación que se requiere demanda que los emprendimientos iniciados sean sostenidos con esfuerzo y continuidad. Con ello, sin duda, pueden ser exitosas las iniciativas que se adopte al respecto.

En el país existe cierta disponibilidad financiera, esto puede constatarse con la cantidad y magnitud de los depósitos bancarios. Cuando se los coloca en esta situación el logro es limitado, pero muchos dirán que es más seguro, antes de correr la aventura de invertirlos en negocios.

Sin embargo, existe un ejemplo muy ilustrativo sobre los resultados que se puede obtener, aunque los capitales disponibles sean pequeños. En los inicios de los Estados Unidos, virtualmente todos eran inmigrantes, por lo tanto no tenían mayormente recursos financieros de alguna significación.

Pese a ello, se formaron pequeñas sociedades para uno u otro emprendimiento y al poner todo su empeño y honestidad, lograron hacer crecer sus recursos. El proceso se mantuvo constante y con ello el crecimiento, hasta que las pequeñas sociedades se tornaron en empresas cada vez más con mayor rendimiento.

Con este proceso se llegaron a constituir los consorcios y de esta forma hicieron crecer y prosperar a su país, hasta constituirlo en lo que es hoy, una poderosa potencia económica. Obviamente, el afán no se redujo a sólo el crecimiento de los negocios, pues éstos dieron lugar también al creciente mejoramiento social y económico, de donde emergieron hasta los millonarios.

Esta experiencia la han seguidos otros países, especialmente en Europa, de manera que actualmente la humanidad está segregada entre ricos y pobres. Estos últimos existen porque les faltó el ánimo de mejorar sus condiciones de vida, tanto personal como familiar, y con ello extenderse a la integridad de sus poblaciones.

Influyó también el conformismo, o sea la falta de voluntad para progresar con el estudio y el trabajo, así como con la conformación de una familia, cuyas perspectivas dependen exclusivamente de los padres.

Desgraciadamente, éstos, básicamente los varones, no meditan acerca de todo ello, se reducen a ser consumidores de bebidas alcohólicas, al extremo de no sólo destruir sus propias vidas, sino condenar a la pobreza a su esposa y a sus hijos. Con la borrachera constante sólo se demuestra carencia de capacidad mental, con el agravante de que con el tiempo se deriva nada más y nada menos que en el embrutecimiento, lo que implica la falta total de razonamiento y con ello de un mínimo de ponderación sobre el ser y la propia existencia.