Origen y actualidad de la familia

La familia es el núcleo del que emergemos y será la que nos dará el adiós con muchos recuerdos y, sin duda, con el pesar por perder uno de sus seres queridos. De ahí que en vida todos estamos acompañados, no somos tan solitarios como algunos sienten o se imaginan.

Habitualmente, la familia ha sido conceptuada como una unidad biológica, la que, a su vez, forma parte de la construcción social. En el lejano pasado no siempre fue así, no se tuvo noción del contenido, del hecho de haber nacido de una madre y un padre y menos de contar con hermanos, tíos y otros allegados sanguíneos que regularmente se tiene.

Los historiadores emplean el término “familia” para describir que se tiene relación con varios miembros, empezando en los progenitores y terminando en ser, hacia al final de los días, en abuelo y contar como sus allegados, más que de sangre, sino de cariño, con los nietos y bisnietos. De este modo, cada uno y todos formamos de un proceso de larga existencia como de sucesores que los anotados.

La palabra familia proviene del latín “familius”, que significa “sirviente que pertenece a un amo”. En el pasado, estuvo ligada a un régimen de propiedad y a un sistema de producción, que en ese tiempo era el esclavista. La definición no era gratuita, en efecto, en la historia de la familia siempre existía una esclava y esa era la mujer.

Ello se acabó cuando sobrevino la modernidad, porque la mujer empezó a independizarse del hombre y a valerse por sí misma.

Luego sobrevino la transición del matrimonio, durante el imperio Romano. Fue cuando comenzó a ser regulado el derecho canónico, con lo cual los derechos y obligaciones de los contrayentes, en especial acerca de los derechos relacionados con el patrimonio y la herencia.

De su parte, la Iglesia Católica tomó activa injerencia sobre el control de la sexualidad y la educación, determinando el carácter monogámico e indisolubilidad que debe tener el matrimonio, cuya principal realización es la tenencia de hijos y la obediencia y respeto que éstos deben guardar a sus progenitores.

En tales circunstancias, que se remontan hacia unos siglos, va desapareciendo el patriarcalismo y la monogamia, con lo que surge la división de clases sociales.

En torno a ello, el intelectual y político alemán Friedrich Engels escribió el libro “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado”. Esta obra describe cómo concluyó la costumbre habitual en que el hombre podía tener más de una mujer. Ante esta circunstancia, otros autores del tema indican que el requerimiento de fidelidad era imperativo para las mujeres, pero no para los varones.

De esta manera, siempre se sabía quién era la madre, pero no así necesariamente el padre. Empero, esto termina con la Modernidad, la familia se torna en un “espacio privado”, cuya aplicación se impone en la justicia, el contrato social (matrimonio) y con el surgimiento del Estado-Nación, aunque se inicia también una complejización en las relaciones con la Iglesia.

LeyPlay, sociólogo, economista e ingeniero francés, en su libro “L´Organisation de la familia”, aduce que la familia no era sólo el fundamento de la misma, sino también el factor determinante de toda la organización social. Su idea principal consiste en sostener que “la familia es la organización básica de la sociedad y, sobre ella y en torno a ella, gravita la vida de los individuos”.

Por último, no se puede dejar de exponer que la Revolución Industrial y los procesos de urbanización creciente transforman sustancialmente a la familia. Una de sus manifestaciones es la actual reducción en el número de integrantes, lo que induce a considerar que implícitamente se crea la “familia conyugal nuclear”, porque los vínculos se tornan más débiles (lábiles) entre quienes la conforman. De este modo, la familia actual pasa a ser “una unidad de consumo, antes que una unidad de producción”.

Al presente, se expone que “Tras la modernización, la familia sufre un intenso cambio sociocultural, llamado “familia en crisis”, en la que se encuentran estrechamente ligados los cambios culturales, económicos y sociales, como resultado de lo cual se produce la familia moderna.