Familiares y seguidores dieron ayer el último adiós a María Luisa Álvarez, conocida como “mamá golondrina”, una mujer que se destacó en las tablas del teatro popular, el baile y hasta la interpretación de la poesía.
Rodeada de rosas blancas y rojas sus restos fueron llevados hasta el Cementerio Jardín para que descanse en paz eternamente.
Alberto Aliaga, esposo de la finada, destacó su trayectoría artística y su carisma único por el cual brillaba donde quiera que pisaba. "Ella tenía muchas actividades, se dedicó al teatro, baile", dijo.
La partida sopresiva de Álvarez dejó en la tristeza a sus seguidores y familia.