Agosto dejó hechos vergonzosos y más división

Termina agosto y se va como el mes más complicado para el Gobierno y el Movimiento al Socialismo (MAS) porque a pesar que impone su dominio en los órganos estatales, no logra evitar la polarización en el país ni borrar momentos que avergonzaron a toda la sociedad con la pérdida de la Medalla Presidencial que fue a parar a un prostíbulo y terminó en una iglesia o las escenas bochornosas de un diputado oficialista que, semidesnudo y borracho, protagonizó un escándalo en un aeropuerto internacional.

Sin embargo, eso no es todo, termina este mes con dolor, luto y rabia para los cocaleros de los Yungas, sector símbolo de apoyo incondicional a Morales por más de 11 años pero que ahora exige su renuncia por la muerte de dos productores de su sector. Surgen más descontentos y el país se polariza más.

HECHOS

A pesar que algunos políticos del oficialismos y dirigentes del MAS calificaron a las plataformas como un grupo de “cuatro gatos que no tienen el apoyo ni de sus propias familias”, los colectivos ciudadanos el 6 de Agosto, aniversario patrio, le quitaron el protagonismo al presidente Evo Morales quien desde la Casa de La Moneda en la ciudad de Potosí, con un gesto contrariado que no pudo disimular, emitió su mensaje más corto en los más de 12 años de gobierno continuo.

Fueron 32 minutos que en repetidas ocasiones fueron interrumpidos por un incesante “¡Bolivia dijo No!” de parte de los parlamentarios opositores.

En su intervención Morales se vio bastante tenso, comenzó su mensaje con un tono desafiante hacia los asambleístas de oposición, quienes empezaron a gritar “¡Bolivia dijo no!, ¡Evo, Zapata dónde está la plata!” y para que estos mensajes no se escuchen, los ministros y asambleístas del oficialismo comenzaron a lanzar estribillos “¡Evo, Evo!”.

Eso fue solo el comienzo.

Los actos por el aniversario de nuestro país se convirtieron en un escenario donde se evidenció una división en la población, entre quienes apoyaban la continuidad de Evo Morales en el poder y las plataformas ciudadanas que exigen el respeto a la Constitución Política del Estado (CPE) y los resultados del referéndum del 21 de febrero de 2016.

Ambos sectores se concentraron alrededor de la Casa de la Moneda para observar el desfile cívico militar que después de menos de una hora de iniciado el mismo, se convirtió en una marcha cívica liderada por Comcipo. Las autoridades abandonaron los palcos oficiales y solo se escuchó la consigna “¡Bolivia dijo No!”.

MEDALLA PRESIDENCIAL

El 8 de agosto de este año quedará grabado en la historia boliviana como una fecha vergonzosa porque el ahora exteniente Roberto Juan de Dios Ortiz Blanco que estaba a cargo de la custodia del símbolo más valioso de la vida independiente de Bolivia, la Medalla Presidencial, perdió la joya en un prostíbulo en la ciudad de El Alto. Horas después los ladrones dejaron la reliquia en la iglesia de San Pedro.

Fueron largas horas de tensión, indignación, vergüenza y críticas de expresidentes y de toda la sociedad contra las Fuerzas Armadas y el entorno del presidente Evo Morales que no cumplió todos los protocolos de rigor para el manejo de esta joya estatal. La noticia trascendió fronteras y fue reflejada en varios medios internacionales.

“Me quedo sin palabras, en 193 años ni la peor de las dictaduras descuidó la seguridad de la Medalla Presidencial legada a Bolivia por el Libertador. Una vergüenza!!!!”, escribió el expresidente Carlos Mesa en Twitter.

“Casi todos los que hemos tenido el privilegio y honor de jurar a la Presidencia de la República y que la hemos tenido sobre el pecho en actos oficiales, ver que esa joya está en la mochila de una persona en puertas de un burdel o un prostíbulo…no tiene explicación. Esta noticia nos hace pasar una vergüenza internacional gigantesca porque Simón Bolívar es la figura latinoamericana más reconocida de la historia”, dijo por su parte el expresidente Jorge Quiroga.

DIPUTADO EBRIO

Los bolivianos aún no se recuperaban del susto por la pérdida de la Medalla Presidencial, cuando otro hecho llamó la atención. Se trataba del diputado del MAS, Domingo Soto, quien el 8 de agosto en completo estado de ebriedad y desnudo, protagonizó un escándalo en el aeropuerto Jorge Wilstermann de Cochabamba por que agredió físicamente a funcionarios y personal de seguridad, que impidieron su ingreso a un avión. Fue detenido y llevado a dependencias policiales. Días después fue expulsado del MAS.

“LEY CONTRA

LA MENTIRA”

El planteamiento del presidente Evo Morales de una “ley contra la mentira” para autoridades y periodistas, fue otro de los temas que también mereció atención nacional e internacional porque surgió nuevamente la alerta de entidades de la prensa por la intención de vulnerar la libertad de prensa y la Constitución Política del Estado.

En medio de este debate nuevamente surgieron ataques contra el trabajo de los periodistas en varios escenarios como la inauguración del nuevo palacio de gobierno donde mujeres de la prensa fueron acosadas sexualmente.

Otro momento de atentado contra el trabajo periodístico fue la retención obligatoria de colonizadores del Polígono 7 que cercaron a periodistas y una comisión internacional que pretendía entrevistarse con indígenas de ese sector del Tipnis.

EXIGEN SU RENUNCIA

Agosto termina en medio de llanto, dolor de los cocaleros de los Yungas que tras la muerte de dos comunarios de La Asunta en manos de la Policía, exigieron la renuncia del presidente Evo Morales, líder cocalero del Chapare.

“La lucha ahora si empieza, Yungas le va declarar al Gobierno lucha permanente hasta sacarle a este Gobierno del Palacio, hasta que se vaya este Gobierno. Le vamos a botar peor que a Gonzalo Sánchez de Lozada, pedimos su renuncia a Evo Morales antes de que sea botado”, sentenció el dirigente del Consejo de Federaciones Campesinas de Yungas (Cofecay), Tito Flores. El conflicto surgió por la erradicación forzosa de coca en los Yungas.

En las últimas horas, esta movilización recibió el respaldo de varias organizaciones sociales paceñas que anunciaron sumarse a las movilizaciones de los cocaleros en contra del gobierno de Evo Morales.