El Gobierno y exautoridades de Chile se refirieron al 21F. El canciller de ese país, Roberto Ampuero, afirmó que el presidente boliviano modifica el sentido de la disputa por las aguas del Silala, al igual que hizo al cambiar la voluntad popular que le dijo “No” a su repostulación. Días atrás, el Gobierno chileno manejó la misma postura de intromisión a la política boliviana.
“¿Nos extraña esta forma de actuar del presidente Evo Morales? No nos extraña, porque también ha cambiado el sentido de otras cosas, por ejemplo, después de que su pueblo rechazara su deseo de volver a aspirar a ser candidato para la reelección, cambio aquello, aquella voluntad y se propone postular nuevamente a la presidencia. Por lo tanto, ese cambio de interpretación, esa actitud zigzagueante no nos sorprende para nada”, dijo Ampuero, mediante un video publicado en redes sociales.
El viernes, Morales informó que Bolivia presentó ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya la contramemoria por el litigio que inició Chile por el caso Silala, pero además se radicó una contrademanda en la cual el Estado reclama la soberanía sobre los canales que llevan artificialmente el agua al vecino país.
Morales manifestó que el derecho que tendría Chile sobre el Silala es tan artificial como los canales que cambian el curso de sus aguas.
“Lo que estamos pidiendo a la Corte Internacional es que juzgue y declare que Bolivia tiene soberanía sobre los canales artificiales y los mecanismos de drenaje en el Silala, que están ubicados en su territorio, y tiene el derecho soberano a decidir cómo los mantendrá”, informó el mandatario boliviano.
Al respecto, el canciller Ampuero descalificó la contrademanda, con el argumento de que es una repetición de los argumentos que Bolivia ya había planteado en el litigio vigente. Aseguró que las aguas del Silala corren de manera natural a su país.
La autoridad chilena lamentó que con las actitudes de Morales se afecta los nexos entre ambos países.
En tanto, Heraldo Muñoz, excanciller en la gestión de Michelle Bachelet (2014-2018), aseguró según medios chilenos que “todo lo que hace Morales en relación a Chile tiene un propósito político-electoral interno”.
Muñoz subrayó que “nuestra evidencia científica es indiscutible ante la sólida posición de Chile en términos jurídicos y científicos. Morales tratará de inventar argumentos para que el caso no afecte su agenda política interna”, añadió reflejó el portal digital Emol.
En tanto, José Miguel Insulza, ministro de Relaciones Exteriores durante el Gobierno de Eduardo Frei (1994-2000), desestimó la ofensiva de Morales por el Silala.
“Creo que es un intento desesperado por dilatar las cosas. Evo Morales ha descubierto que para reelegirse tiene que pelearse con Chile. Yo creo que es un error, a él no le sirve eso”, apostilló.
Por su parte, Mariano Fernández, canciller en el primer Gobierno de Bachelet (2006-2010), comentó a Emol que toda la estrategia de Bolivia está basada en “el estilo del presidente Morales”.
“No sé si esto tiene objetivos electorales internos, pero es evidente que Morales es una persona que cambia bastante de opinión y que en ese sentido podemos esperar mañana cualquier cosa. Él ha caído en una megalomanía que le conduce a realizar actos curiosos”, añadió.
El Gobierno boliviano mantuvo en estricta reserva la intención de presentar una contra demanda al proceso que comenzó Chile en la última presidencia de Michelle Bachelet. Solo hizo referencia a que el equipo jurídico estaba elaborando la ´contramemoria por el Silala, hasta que el viernes pasado presentó también la contrademanda.
Los manantiales de agua dulce del Silala se encuentran en el Cantón Quetena Chico de la provincia Sur Lípez del departamento de Potosí, aproximadamente a unos cinco kilómetros de distancia de la línea fronteriza con Chile.
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