“Hubo negligencia en la muerte del oficial”

El coronel en servicio pasivo y abogado constitucionalista, Jorge Santistevan, que apoyará a la defensa del líder cocalero Franklin Gutiérrez, aseguró a EL DIARIO que hubo negligencia en el deceso del teniente (capitán en ascenso póstumo) Daynor Sandoval, porque en su criterio no se aplicaron adecuadamente los primeros auxilios.

“El teniente, según elementos de convicción, murió al ser evacuado producto de una herida de bala en la pierna. Al mismo se le pudo haber aplicado adecuadamente los primeros auxilios con un torniquete y manteniéndolo despierto, pero, el oficial fue evacuado mediante ambulancia y no emplearon uno de los helicópteros de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), ya que los mismos son el apoyo de las tareas de erradicación y no para pasear. Las circunstancias indican que hubo negligencia en la muerte del oficial”, afirmó en entrevista con este medio.

La noche del 24 de agosto, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, informó que el teniente Daynor Sandoval Ortíz de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) perdió la vida por el impacto de una bala y otros siete policías resultaron heridos en una violenta emboscada registrada en La Asunta, municipio del departamento de La Paz.

La noche del martes 27 de agosto, el juez del Juzgado Octavo de Instrucción en lo Penal determinó enviar al presidente de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca), Franklin Gutiérrez, a la cárcel de San Pedro, en La Paz, bajo detención preventiva acusado de la muerte del teniente Sandoval, en la zona de La Asunta.

El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de La Paz, Jhony Aguilera, manifestó que el informe del médico forense estableció como causa de la muerte un shock hipovolémico (pérdida de sangre en exceso), producido por arma de fuego. Sin embargo, aún “no ha sido definido el calibre porque hay un orificio de entrada y salida en su cuerpo, ya que por la lesión, consideramos que se trata de una munición de gran calibre”, sostuvo.

FAMILIA GUTIÉRREZ

Por su parte, familiares del líder cocalero manifestaron:

“Queremos que se haga la necropsia del cuerpo porque es raro que desde la comunidad de La Asunta le hayan llevado hasta Santa Cruz, por qué no podían llevaron a la ciudad de La Paz, o en La Asunta donde también hay un hospital. Era una herida de la pierna dicen ellos, y lo han llevado primero al Chapare luego a Santa Cruz, qué se puede esperar de este Gobierno. En la familia estamos muy dolidos y molestos, vamos a sacarlo a nuestro hermano de donde está, nos vamos a unir, esto puede ser la derrota de Evo Morales”, afirmó Jorge Gutiérrez, hermano del líder de Adepcoca.

DOS COCALEROS

CAÍDOS

La tarde del miércoles 29 de agosto, el comandante general de la Policía Boliviana, Faustino Mendoza, confirmó que dos cocaleros perdieron la vida en La Asunta, luego que efectivos de FTC y un equipo policial de apoyo respondieran con sus armas de reglamento a un supuesto “ataque de francotiradores” que desde las serranías hostigaban a estas unidades para evitar la erradicación de cultivos de coca.

Al respecto, Santistevan aseguró que no puede haber francotiradores porque este tipo de elementos requieren de una alta preparación táctica y técnica, por ejemplo la práctica de tiro diario con 50 a cien cartuchos diarios, y contar con arma especial sofisticada, además que la práctica sugiere delatar su presencia en el área.

Por otra parte –dijo– la construcción de trincheras sólo se puede dar en situaciones de guerra convencional y no en situación de subversión o acciones irregulares. “Podría ser que se arme una posición de observación pero descarto la construcción de trincheras”, explicó.

En criterio de Santistevan, ambos cocaleros fueron victimados, porque ellos no forman parte de ningún grupo irregular ni tampoco participaban en un supuesto intercambio o cruce de fuego.

“Esto se sustenta porque primero las autoridades deben asegurar con elementos de convicción de que existe un grupo irregular, especificando la composición y fuerza. Por otra parte, si ellos hicieron uso de armas de fuego, que se hagan las pruebas correspondientes en presencia de la defensa”, aseveró.

Aseguró que en este caso, la tarea del IDIF es de enorme importancia misma que debe ser responsable, transparente y de manera independiente operativamente como lo estipula la Ley del Ministerio Público.

GRUPOS

IRREGULARES

Según Romero, en los Yungas presumiblemente están operando grupos de narcotraficantes extranjeros, que usan armas de grueso calibre para atacar a los policías que solamente quieren cumplir con su obligación de erradicar los cultivos de coca ilegal. Similar criterio vertió el comandante general de la Policía, Faustino Mendoza, quien habló de “grupos irregulares” en los Yungas.

En criterio de Santistevan, hablar de grupos irregulares es preocupante porque si fuera cierto, el servicio de Inteligencia del Estado “se aplazó” al descubrir a los irregulares por coincidencia y no por capacidad profesional.

Apuntó que de ser cierto, ameritaría la intervención inmediata de las Fuerzas Armadas (FFAA) por mandato constitucional, cosa que no ha hecho y menos se ha pronunciado.

“Desde mi punto de vista una historia ficticia, creada premeditadamente para agravar la situación jurídica de los dirigentes y justificar la erradicación forzosa”, aseveró.

ERRADICACIÓN

Respecto a las tareas de erradicación, el coronel Santistevan explicó que el Comando Estratégico Operacional está conformado por tres fuerzas de tarea: “Una FTC que tiene su base en el Chapare, otra en Caranavi y la última en Apolo, por lo menos en el cuadro así esta”.

Explicó que estas fuerzas de tarea están conformadas por oficiales y soldados del ejército, la Fuerza Aérea Boliviana y la Naval. “Ellos tienen por misión erradicar y nada más, por lo tanto entran solamente con machetes y picota. Ahora bien, la tarea de erradicación está protegida por policías quienes portan su arma de reglamento para su tarea de seguridad”, explicó.

EL EXPERTO

Jorge Santistevan es coronel en servicio pasivo del Ejército, sirvió en la institución por 35 años. Fue instructor de la escuela de cóndores por cuatro años, especialista en inteligencia militar, fue comandante de una agrupación táctica en la erradicación de coca en el Chapare, asesor militar en la misión permanente de Bolivia ante las Naciones Unidas, agregado militar en la Embajada de Bolivia en la República del Paraguay, y allí representante del Gobierno boliviano ante el Mercosur para temas de seguridad ciudadana.

Es abogado constitucionalista y profesor universitario. Actualmente, presidente del Centro de Diplomados en Altos Estudios Nacionales de Santa Cruz y apoya a la defensa de Franclin Gutiérrez y de los dos cocaleros muertos. Trabaja junto a Dirk Schmit perito también en seguridad y balística.