Carlos Díaz Escóbar
Este conocido titular al que estamos acostumbrados todos los bolivianos desde hace 50 años, y que es difundido diariamente por todos los medios de comunicación, nos proporciona el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología. Esta información que resulta tan útil es el resultado de una cadena de actividades que comprende manejo de instrumentos, captura, análisis y procesamientos especializados, realizados por personal idóneo para tales labores.
Al celebrar estas Bodas de Oro, es necesario hacer algo de historia para entender de mejor manera la génesis y propósitos de la creación de esta institución.
La idea y más que todo la necesidad de que el Estado disponga de un organismo especializado surge de las recomendaciones de Naciones Unidas, Cepal y Unesco que, junto a una comisión de alto nivel gubernamental y con el amparo de la Resolución Suprema Nº 130.707 de 22 de noviembre de 1965, sugieren se ponga en funcionamiento una entidad pública que cumpla las funciones meteorológicas e hidrológicas, que a la fecha estaban dispersas en los ministerios de Agricultura y de Obras Públicas. De esta manera y por Decreto Supremo Nº 8.465, de 4 de septiembre de 1968, se da nacimiento al Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), con las siguientes atribuciones y obligaciones:
a) Organizar, mantener, incrementar y perfeccionar la red nacional de estaciones meteorológicas e hidrológicas, de acuerdo con las necesidades actuales y futuras del país.
b) Efectuar y registrar las observaciones de conformidad con las normas establecidas en los convenios internacionales sobre la materia.
c) Velar por la formación y el perfeccionamiento de los técnicos del servicio y por el fomento de las investigaciones meteorológicas e hidrológicas.
d) Elaborar las estadísticas de los datos meteorológicos e hidrológicos; publicarlas y difundirlas a nivel nacional e internacional.
e) Formar y mantener el archivo nacional de datos meteorológicos e hidrológicos.
f) Asumir la representación oficial de Bolivia en reuniones y asuntos internacionales relativos a problemas de meteorología e hidrología.
Para los efectos de un normal funcionamiento de la nueva entidad fue designado como primer director el Ing. Mario Canedo Daza, quien tenía como primera responsabilidad administrar la donación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), consistente en una ayuda de equipos e instalación de 300 estaciones meteorológicas razonablemente distribuidas en todo el país. Este programa tenía una duración de cinco años, para de ahí en adelante quedar como obligación del ESTADO el mantenimiento y expansión de la red instalada, la misma que, según recomendaciones internacionales y debido a la extensión del territorio nacional, debería alcanzar por lo menos a 1.100 estaciones.
Este propósito no se pudo cumplir debido, por una parte, a la falta de recursos económicos del Estado y, por la otra, a la falta de conocimiento e interés de las autoridades sobre la necesidad de contar con información básica que es imprescindible para emprender programas y proyectos de desarrollo, así como para establecer sistemas de defensa civil.
En 1989 y después de 21años, el Senamhi entró en una etapa de fortalecimiento y modernización que le permitió convertirse en una institución defensora de los recursos naturales hídricos, promoviendo la cantidad de agua que tiene nuestro territorio a través de estudios y la elaboración del primer Balance Hídrico. Así mismo se formó personal capacitado para labores técnica y científicas, elaborando estudios climáticos y proponiendo a los gobiernos programas de prevención contra fenómenos adversos, tal el caso de inundaciones y el recurrente fenómeno del Niño.
Lamentablemente del año 2010 al 2013, el SENAMHI atravesó un periodo de inestabilidad funcionaria, sin embargo superada esta etapa, la institución volvió a su cauce normal y sigue sirviendo al país con información rápida y oportuna. Es una institución que durante las 24 horas del día y los 365 días al año está observando y procesando información para uso de la población en todas sus actividades. También elabora estadísticas y estudios sobre variabilidad climática y proporciona información en tiempo real, como apoyo directo a las entidades encargadas de la Defensa Civil. La institución es responsable de mantener un archivo Nacional de información hidrometeorológica, técnicamente procesada, que está disponible para fines académicos, formulación de proyectos de infraestructura, proyectos agrícolas, de turismo y medio ambiente. Es decir que la institución aporta al Estado información segura para su desarrollo.
Por ello, en este 50 aniversario, mi homenaje a todos los funcionarios que han contribuido y brindan su esfuerzo cumpliendo con honor la Visión y Misión que dice:
“El Senamhi es una institución líder de la actividad meteorológica e hidrológica, generando servicios y productos de calidad, útiles, oportunos y confiables; con recursos humanos capacitados, entrenados y motivados que utilizan la investigación científica en su trabajo apoyando a la gestión de riesgos en la prevención y mitigación de desastres naturales, garantizando la inversión en planes y programas de desarrollo sostenible económico-social del Estado Boliviano; con infraestructura adecuada y equipamiento de última generación”.
Finalmente es de esperar que por toda la vida la institución siga siendo vanguardia del desarrollo nacional, porque la sabiduría de la madre tierra afirma que “no hay actividad humana que escape a la influencia del clima, tiempo y agua”.
El autor es ingeniero y director de 1989 a 2010.
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