En vista de que en 2018 hay indígenas americanos y sus aliados advenedizos que intentan imponerse a los no indígenas y mestizos en sociedades más establecidas que no establecidas, cabe recordar la inteligencia y realismo de un líder indígena americano del Siglo XIX que se desenvolvió en lo que hoy es el estado de Washington del noroeste de EEUU. La inteligencia y aplomo de este líder dan la pauta de cómo se debe discernir y proceder para organizar sociedades multiculturales. Lo logró aglutinando valores positivos de indígenas americanos y americanos europeos… cuyo ancestro llegó a América cargado de esperanza. Esto para beneficio, entendimiento de los más de modo que la conformación de una sociedad, de una región, de un país, sea menos conflictiva. Me refiero a Seathl, jefe de las tribus Duwamish (a la que pertenecía su madre) y Suquamish (su padre) del canal Puget de la costa del Pacífico de Washington a fines del Siglo XVIII.
Seathl nació hacia 1790 en una región que había sido colonizada por religiosos y civiles españoles que enseñaron a los nativos como extensión de la labor de las misiones españolas de California. A propósito, en el Siglo XVIII, el franciscano Junípero Serra fundó 9 misiones y presidió otras 15 en California de las que por entonces partieron colonos y llegaron a las regiones cuya gente vino a liderar el jefe Seathl en los 1850. Grupos de euro-americanos se establecieron luego en las orillas del canal Puget. En vez de pelear, Seathle estudió y evaluó las costumbres de los colonos. Jesuitas españoles lo habían educado. Rezaba cada mañana y noche toda su vida. Por otro lado los habitantes de Seattle respetaron desde un comienzo las creencias de los Suquamish que creían que mencionar el nombre de un muerto no lo dejaba descansar. Por eso aprobaron un impuesto destinado a pagar por la preservación discreta del nombre de Seath. Lo poco usual de la situación, en comparación a otros encuentros de americanos con europeos desde Colón, es que el jefe Seathl, cauto, optó por dar la bienvenida a los recién llegados estableciendo una relación de entendimiento que benefició a todos. En 1853 algunos colonos se desplazaron a las inmediaciones de la bahía de Elliot donde fundaron Seattle (hoy capital del estado de Washington) en honor al jefe Seathl que tan bien los había tratado.
No todos los indígenas del canal Puget recibían a extraños como lo hacía Seathl. En 1855, indígenas del valle del Río Blanco atacaron. Seathl logró una tregua que aprovechó para explicar que era mejor avenirse con los colonos porque los indígenas, guerreando, iban a perder; mientras que por las buenas y razonando podían preservar pertenencia y derechos. Asintieron y en 1856 se logró una paz duradera. En el Siglo XIX los colonos se asentaban en lugares de foresta colindantes con Seattle y trabajan madera que la creciente fiebre del oro de California demandaba. Deslizaban los troncos por un largo tobogán que daba a un aserradero que con el tiempo se habilitarían como la skid roado calle comercial de la ciudad de Seattle. Con los años esa zona se desplazó al norte y la skid road devino lugar de desvalidos y maleantes; de aquí que el término “skid road” o “skid row” hoy en inglés de EEUU signifique área empobrecida. Seathl murió en 1866 quizá a los 77 años. En vida sin duda hizo honor al célebre postulado del libertador José de San Martín: “es difícil… pero imprescindible.” Urge emularlos.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |