Como parte de los cuatro ejes temáticos que forma la Declaración de Cobija como resultado del IV Gabinete Binacional que se realizó en Pando, los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y del Perú, Martín Vizcarra, se comprometieron a descontaminar el lago Titicaca de las aguas servidas que echan las poblaciones de ambos países.
El anunciado proyecto de descontaminación de esta reserva de agua dulce viene también con el compromiso de hacer un uso racional de los recursos hídricos que comparten ambas naciones ya que no solo el Titicaca une a ambos países sino varios ríos internacionales.
Investigaciones de instituciones como la Universidad Mayor de San Andrés, Naciones Unidas y el Instituto del Mar (Perú) establecen que el Titicaca no solo recibe desechos humanos, también contaminantes mineros, residuos industriales y a esto se suma el cambio climático.