Pueblos de Estados Unidos sufren la matanza de ciudadanos por la acción de terroristas del propio país que, utilizando armas que adquieren libremente, realizan matanzas masivas. El pasado 26 de agosto en el norte de Florida, en un establecimiento comercial, un terrorista mató a once personas e hirió a muchas. La policía se empeña en establecer cuántos han sido los victimadores, aunque uno de ellos habría sido abatido por las balas de la fuerza del orden.
Crímenes masivos son cometidos desde el doloroso 11 de septiembre, cuando fueron derribadas, con el uso de dos aviones comerciales, las dos torres del World Trade Center de Nueva York. Todo muestra que este acto criminal se ha convertido en una especie de acicate para que surjan francotiradores empeñados en segar la vida de ciudadanos sin contemplar a ancianos, mujeres y niños, que son las mayores víctimas (ED 27-8-18).
Todo muestra, según comentarios periodísticos, que las mismas políticas del presidente Donald Trump son una especie de incitación para que la vida normal del país sea alterada por quienes buscan víctimas para descargar su insania. Por supuesto, se conviene en la población en que los fabricantes de armamento son los mayores responsables de lo que ocurre, puesto que la venta de armas de todo tipo es libre y sin limitación alguna.
Muchas veces se ha sostenido la necesidad de prohibir la libre comercialización de armamento; pero, guiados por intereses y conveniencias creados, los comerciantes han buscado que sigan las leyes permisivas “para que el pueblo se arme”. Los fabricantes han combatido las políticas restrictivas que se pretendió imponer en varios gobiernos, que normalmente han sufrido el boicot o rechazo de miembros del Congreso que han sostenido: “la prohibición significaría violentar los derechos de la población para poseer un arma que sirva para su propia defensa”. Este argumento resulta incitador para quienes buscan victimar sin contemplación alguna a escolares en colegios, hombres y mujeres en supermercados y grandes centros comerciales.
Mientras haya comercio libre de armas, no faltarán los enfermos y poseedores de instintos criminales que asalten todo tipo de negocios con el uso de armas y, además, causen víctimas en la población sin razón ni pretexto alguno. Ante estos hechos, la población vive alarmada porque, en su mayoría, no sabe qué hacer ni cómo defenderse ante criminales dispuestos siempre a los extremos, con una población que ni siquiera sabe cómo utilizar un arma y que, además, moralmente no se atrevería a defenderse disparando armas que terminen con la vida de personas.
Si Estados Unidos continúa con sus políticas permisivas sobre el uso de armas, será difícil contener a quienes siempre muestran disposición para causar daño hasta el extremo de quitar la vida de inocentes.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |