El huracán Florence ha dejado ya dieciocho muertos en los Estados Unidos, desde el pasado viernes cuando tocó tierra por la costa suroeste. Los estados más afectados son los de Carolina del Norte y del Sur, donde el presidente Donald Trump ha decretado el estado de emergencia. A pesar de que la tormenta se ha ido debilitando, pasando de categoría cuatro a categoría uno, las autoridades norteamericanas afirman que “sigue representando una amenaza seria”.
Florence avanza rápidamente con dirección noreste y dejará intensas lluvias en el estado de Nueva York y la región de Nueva Inglaterra, en el extremo noreste del país.
Mientras tanto, seguirá provocando grandes precipitaciones en Carolina del Norte y el noroeste de Carolina del Sur y Virginia Occidental.
En su último boletín sobre Florence, el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de EEUU, los meteorólogos indican que siguen vigentes los avisos de inundaciones en una gran parte de la costa sureste del país.