Se lanza un Seguro Universal de Salud

El Gobierno anunció que en 2019 pondrá en ejecución un nuevo sistema de salud nacional denominado Seguro Universal de Salud Gratuito, destinando 200 millones de dólares del Tesoro General de la Nación. Esta decisión tuvo lugar en una reunión con el Conalcam y la COB. De inmediato el adelanto fue criticado en sentido de tratarse de una medida electoralista, al igual -se dice- que el doble aguinaldo en función de las consecutivas reelecciones del presidente Evo Morales, previstas esta vez para el próximo año.

El sector médico nacional hizo notar lo utópico de ese proyecto, en vista de que actualmente la salud pública se debate en colapso. No hay hospitales o infraestructura suficientes, se carece de especialistas y de equipos, base fundamental de un buen servicio. Algunos equipos se deben a donaciones y son obsoletos o están en desuso. Este sector alegó que, por ejemplo, La Paz requiere unos 800 nuevos ítems para el rubro.

Estas falencias son de conocimiento general y han adquirido caracteres dramáticos para los pacientes de cáncer, debido al desuso al que han ingresado los pocos equipos de tratamiento, mientras el Gobierno Central y algunas gobernaciones se atribuyen la responsabilidad del tema, sin que aporten soluciones reales. El rubro de especialistas navega en la nada. No hay visos de una política efectiva, misma que además no surgirá de la noche a la mañana, sino después de muchos años. Ni el Gobierno ni las universidades tienen planes al presente.

El Seguro Universal de Salud (SUS) para ser tal tendrá que esperar a los 36 hospitales nuevos que el Gobierno anuncia. Los técnicos en la materia consideran que su concusión -si se hace realidad- tardará de 10 a 20 años. La pobreza hospitalaria es tanta que los pacientes llevan sus propias frazadas a los hospitales por no existir el avituallamiento respectivo. Hablar de sábanas y ropa de cama es un lujo.

De 11 millones de habitantes, se calcula que solo 3 tienen algún servicio de salud, careciendo en absoluto el resto. El reto de cubrir semejante brecha es casi utópico. Los encuentros por “La Salud y la vida” que convocará el presidente Morales en los 9 departamentos como preparación al nuevo plan, repetirá la ineficacia de la Cumbre por la Justicia. Estos eventos hasta ahora no han pasado de reuniones de claque política y demagogia. Por su parte los gremios y sindicatos médicos se quejan de que no se les ha cursado invitación alguna al respecto, provocando su extrañeza. Aluden que la situación convoca a un enfoque “técnico y no político”, al cual dicen estar abocados.