Incahuasi y la campaña

La noticia económica más difundida esta semana fue el anuncio, hecho en persona por el presidente Evo Morales, de que el campo Incahuasi, descubierto en 2004, aumentará su producción de gas de 8 millones a 11 millones m3/d.

PETRÓLEO ORO ZINC El precio del petróleo está al alza y todo parece indicar que seguirá subiendo. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se reunirá en Argelia este domingo para coordinar reacciones a una tormenta perfecta de sanciones de Estados Unidos a Irán, el colapso continuo de la producción de Venezuela, la probabilidad creciente de una guerra en oriente debido a los enfrentamientos en Siria donde varios miembros de la OPEP están enfrentados. En la jornada de ayer, el precio del oro llegó a su cotización más alta en una semana y el dólar a su cotización más baja en nueve semanas. Los temores de una guerra comercial entre Estados Unidos y China están empezando a afectar las cotizaciones del oro que finalmente empieza a hacerse atractivo para los inversionistas. Estados Unidos declara nuevos aranceles y China responde con más aranceles en algún momento ambas economías quedaran debilitadas. La amenaza y el nerviosismo por la creciente guerra comercial entre Estados Unidos y China afecta a todas las materias primas y especialmente a los metales usados en el sector industrial. El zinc, que es la principal exportación minera de Bolivia, ha sufrido especialmente por la caída en el precio y su cotización ha caído en 32 por ciento con respecto a septiembre del año pasado. Sin embargo, las reservas internacionales están en niveles muy bajos.

Para lograr este incremento en la producción, dice la información oficial, la inversión fue de US$ 20 millones, y todo fue organizado para que el anuncio fuera hecho en el mes de septiembre, en medio de los festejos del aniversario de Santa Cruz.

De esta manera, la producción total de gas natural en el país pasará de 54 a 57 millones m3/d, lo que sigue siendo insuficiente para atender las obligaciones de exportar 30 millones a Brasil, 20 millones a Argentina y destinar 14 millones al mercado interno, sumando 64 millones.

Este déficit en la producción de gas ha hecho que los dos países que lo compran hayan tomado previsiones: Brasil decidió reducir a la mitad el volumen para el futuro contrato, mientras Argentina decidió cancelar la construcción de un ducto que debía permitir la llegada de mayores volúmenes de gas boliviano.

En cuanto al mercado interno, la menor disponibilidad de gas se ha reflejado en la decisión de YPFB de no autorizar nuevas conexiones de gas domiciliario y suspender los programas para la conversión de automotores al uso del gas natural vehicular.

Desde mayo pasado, las exportaciones de gas a Argentina no han superado los 17 millones m3/d aunque el contrato obliga a Bolivia a enviar por lo menos 20 millones, un déficit que activa el mecanismo de sanciones y multas contemplado en el contrato.

Se ha anunciado que Argentina pagará en los próximos tres meses las deudas pendientes por el gas que ha recibido y es previsible que el país vecino descuente de esos montos las sumas correspondientes a las multas que correspondan por el gas que no recibió.

Mientras Incahuasi aumenta su producción y la propaganda oficial menciona que de esa manera el departamento de Santa Cruz recibirá cada mes US$ 8 millones en lugar de los US$ 5 millones que recibe de IDH y regalías de ese campo, en el balance general la disminución en los niveles de producción de los campos San Alberto y San Antonio, además de Margarita, tiene un ritmo que permite anticipar el agotamiento total del primero de ellos en el año 2020.

Los esfuerzos por exprimir mayores cantidades de gas de los yacimientos en declinación acortan su vida útil por lo que podría ser prematuro cantar victoria por los nuevos volúmenes logrados en la producción.

El entusiasmo con que se hizo el anuncio de Incahuasi corresponde más a la política, a la campaña electoral, que a la industria petrolera.

Los presidentes de Bolivia y Perú suscribieron acuerdos para frenar la minería ilegal que se da en los territorios amazónicos de ambos países porque daña a la naturaleza y está envenenando los ríos.	Pero mientras la Policía peruana tiene órdenes de destruir las dragas ilegales que descubre, en Bolivia no se ha interrumpido la llegada de dragas importadas por empresarios chinos.