Sobrepeso gana terreno en El Alto

El problema del sobrepeso en El Alto muestra una dieta poco variada y un alto consumo de azúcares, según información levantada en sendos grupos focales por la Fundación Tierra. La obesidad afecta al 58,1% de mujeres y al 51% de varones, según una información analizada de la Encuesta de Demografía y Salud (EDSA) 2016 y proyecciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) 2016.

El estudio está concentrado en el documento sobrepeso y obesidad en la ciudad de El Alto ¿Qué hacer desde la agricultura familiar?, elaborado por Gonzalo Colque y Martha Irene Mamani, en el marco de la Iniciativa Para la Agricultura Sostenible (IPAS) apoyada por la organización ADG.

De acuerdo con el estudio al que tuvo acceso la Fundación para la Investigación Estratégica en Bolivia el sobrepeso y la obesidad en El Alto afecta al 58,1% de mujeres y al 51% de varones. Estos datos fueron develados en el análisis realizado por EDSA 2016 y proyecciones de la OMS 2016. En promedio un 54,6% de la población adulta está alcanzada por este problema.

La información recogida mediante grupos focales (uno con 13 familias para conocer sus hábitos de consumo y otro con profesionales en nutrición y salud para analizar los hallazgos) muestra una alimentación no variada y un alto consumo de azúcares provenientes de alimentos procesados (gaseosas y dulces).

Considerando que la recomendación es consumir un mínimo de 12 grupos alimentarios, la mayoría de las familias solo consume hasta 8 grupos de alimentos. “Prácticamente el 70 por ciento de las familias consultadas consumen alimentos que provienen en su mayoría del grupo de cereales (y derivados), raíces (zanahoria) y tubérculos (papa, oca, papalisa). Este dato expresa el predominio de una dieta monótona y poco variada en la mesa alteña”, dice uno de los resultados de los grupos focales.

El segundo hallazgo importante muestra que “el consumo de azúcar aumentó en los últimos años y tiene directa relación con el aumento del consumo de bebidas gaseosas o azucaradas en sus diversas presentaciones (incluyendo dulces y golosinas)”.

Si bien se sabe que una mala alimentación y el sedentarismo son los causantes del sobrepeso y obesidad, el estudio se pregunta si puede la agricultura familiar contribuir a una alimentación sana.

El hecho es que una alimentación sana está vinculada a la práctica agroecológica, dice el estudio, principalmente desarrollada dentro de la agricultura familiar del sector campesino e indígena.

Algunas recomendaciones están plasmadas en el documento, entre ellas está la revalorización de la cultura culinaria de las familias andinas basada en productos naturales de la agricultura familiar y local.

ALIMENTACIÓN

La población alteña diariamente se alimenta de acuerdo con la oferta que se presenta en los principales centros de comercio, donde por menos de 10 bolivianos se puede comer distintos preparados en base a pollo, arroz, tallarín o ambos. También se puede consumir las salchipapas, hamburguesas, choripanes, entre otros, según solicite el cliente.

También son parte de la oferta el pescado frito, chicharrón de pollo o cerdo, ají de fideo, picante de gallina y otros. En la Ceja de El Alto se encuentran varios puestos de comida que presentan un variado menú en base a estos alimentos, los mismos que son consumidos en improvisadas mesas y asientos.

Los comensales acostumbrados a esta forma de vida se acomodan en los pequeños espacios habilitados por las vendedoras para comer uno de los alimentos, por lo general comida chatarra, que usualmente van acompañados de los acostumbrados aderezos, como el Kétchup, mayonesa y mostaza, ricos en azucares.

Cerca también se encuentra disponible otro menó a base de pastas, como el tradicional ají de fideo y el infaltable arroz, que van acompañados de un bistec de res o chuleta de cerdo, con las infaltables papas fritas, además de las tradicionales sopas de pollo, el fricasé, panza rebosada, ricos en carbohidratos, azucares, grasas, otros.