“No puede estar aquí ¡Salga!”, fue la orden imperativa de un oficial de la policía a una ciudadana cruceña, a quien, así como a muchas personas, les obligaron a salir de dicho lugar donde se realizaron los actos oficiales por el aniversario cruceño. Sin dar mayores explicaciones, varios servidores públicos de seguridad impidieron el ingreso de la población al lugar, en una nueva vulneración a las libertades constitucionales, hecho calificado por el público como una “actitud dictatorial”.
Sin embargo, el intento de la policía de alejar y acallar a la población fue vana, ya que más allá, muy cerca del vicepresidente Álvaro García y de otras autoridades regionales retumbó fuerte: “¡Bolivia dijo No!” y “¡Santa Cruz se respeta…!”.